Perfiles e Historias / Corre 'Checorito', corre
| Autor | María Luisa Medellín |
Estuvo cerca de la muerte en dos ocasiones, y aunque los médicos le advirtieron que no corriera más, su respuesta fue: Y ¿por qué no?
Pese a los pronósticos, Sergio Guillermo López García, "Checorito", concluyó el domingo pasado su maratón 250, en Atenas, porque su anhelo era alcanzar esa meta en la cuna de la prueba reina del atletismo.
"Avanzar entre las ruinas de la ciudad. Llegar exhausto al estadio Panathinaikó, todo de mármol blanco, y cruzar la meta con un nudo en la garganta por la emoción y el llanto, es lo más extraordinario que he vivido", narra Sergio, sentado frente a una mesa de jardín en el patio de su casa, en el sur de la Ciudad.
Añade que en los más de 23 kilómetros ascendentes evocaba a Filípides, el heraldo que ofrendó su vida al llevar a Atenas el mensaje de triunfo del ejército de la capital griega sobre los persas e inspirador del maratón.
"Fue una prueba muy demandante, pero tenía que llegar al final porque significaba el cierre de un ciclo de muchos esfuerzos", detalla este abogado, delgado, de cabello casi blanco, que apenas el viernes cumplió 71 años, y quien también ha realizado 15 ultramaratones de más de 100 kilómetros.
Su pasión por esta disciplina lo ha impulsado a acudir a los más importantes maratones en distintas partes de México, La Habana, Nueva York y otras ciudades de Estados Unidos, así como en Roma, Berlín, París y Londres.
Para él, cada carrera es un reto y las condiciones en las que se desarrolla nunca son las mismas. A veces, la temperatura es ardiente, como en el desierto del Sahara; o la ruta es intrincadísima, como en la Sierra Tarahumara.
La pregunta que más le hacen a Sergio es ¿por qué corre?, y él responde que lo hace para sentir que tiene el control de su mente y de su cuerpo, porque cada maratón es una metáfora del triunfo de la voluntad.
Calcula que entre carreras y entrenamientos ha recorrido más de 84 mil kilómetros, lo que equivale a dos vueltas completas a la circunferencia de la Tierra por el Ecuador, y aún sobrarían algunos kilómetros.
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Sergio nació en la Ciudad de México por accidente, cuando su mamá fue a visitar a su abuela, aunque su familia vivía en Saltillo, a donde regresaron.
En 1953 volvieron a la capital del País para que los mayores estudiaran su carrera universitaria. Él es el cuarto de los seis hermanos y terminó allá la primaria, secundaria, prepa y la licenciatura en Derecho, en la UNAM.
Años después se casó con Imelda Vallet y tuvieron dos hijos: Imelda María y...
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