Perdida en Tokio

AutorDiego Martínez

Anabel Ortiz comía la tarde del 11 de marzo en el Tokyo Dome Hotel, edificio de 41 pisos y una altura de 155 metros. Acababa de librar la báscula, pues al día siguiente exponía su corona mundial de peso Mínimo del Consejo Mundial de Boxeo.

En eso, un terremoto de 8.9 grados Richter sacudió a Japón. La campeona mundial mexicana relata la pesadilla que vivió.

La "Avispa" dice que lo primero que le vino a la mente fue pedirle a Dios que le permitiera ver de nuevo a sus hijas, Danae y Evelin.

"No sabía ni qué hacer, no sé que pasaba, sólo sentí que los amigos de mi entrenador (Hisa Furokawa), que son japoneses, me jalaban. El día del terremoto comíamos en la torre, tenía miedo que todo se nos cayera encima. Se movía el edificio como si fuera un juguete, de un lado a otro.

"Se me hicieron los días eternos, yo lo que quería era llegar a mi casa, estaba con mi entrenador. En el mero momento del temblor lo único que pedí es que Dios me permitiera ver a mis hijas, pensaba en ellas. Después...

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