Pequeños artistas

AutorMaría Silva

De 2 años y medio, Juan Pablo moldea con sus pequeñas manos el barro y la plastilina, mientras que los "compadres", Claudio y Mikel, como se autonombran, dan pincelazos en el lienzo cual artistas.

Resulta relajante observar a los pequeños, que no rebasan los 4 años, creando figuras con barro o plastilina, chorreados de pintura, y platicando, muy a su modo, sobre lo que aprenden en el Taller de Arte y Pintura San Patricio.

Margarita Mireya González de Marroquín, con 26 años de experiencia en impartir estas clases, comenta que en edades tempranas los chicos tienen poca concentración, de manera que el diseño de las sesiones es dinámico para mantenerlos entretenidos.

Una hora se dedica a la técnica con acrílico, barro, acuarela, pastel, texturas, dibujo y plastilina y, en la segunda, los pequeños se enfocan en pintar en sus trabajos o en los cuadros. Cada actividad dura 15 minutos, menciona la maestra, quien estudió la carrera de Pintura y Artes Plásticas.

"Tratamos de que los niños incrementen su creatividad y despertar en ellos el interés por el arte, para que mejoren su concentración y percepción visual; y pintando y manejando estos materiales desarrollan más el lado derecho del cerebro, que se encarga de las habilidades de arte y música", comparte la también licenciada en Ciencias de la Educación y maestra de pintura en los colegios CECVAC e Himalaya.

Aprenden desde cómo se empieza y termina un proyecto, y mejoran en actividades escolares, como escribir mejor y organizar sus ideas, además de aumentar su autoestima.

"Algunos nacen con esta habilidad para las artes, pero aquí no existen las palabras 'no puedo'. Les enseñamos desde los colores, cómo tomar un lápiz, cómo iniciar, a desarrollar una composición. Les damos mucha libertad, pero también los vamos guiando por etapas, por eso primero les trazamos un dibujo en el papel y ellos lo reproducen de la mejor manera".

Los pequeños utilizan esponjas, los dedos, rodillos, y en esta travesía se van descubriendo sus habilidades artísticas.

"Les da la oportunidad de saber qué es lo que les gusta y descubrir una segunda opción de actividades extraescolares. Iniciarse en el arte tiene muchos beneficios", afirma.

Cualquier niño puede aprender a pintar. No importa si tiene alguna discapacidad como Síndrome Down o motora, aunque su ritmo de ejecución sea más lento, subraya González de Marroquín, quien hizo estudios para impartir clases a niños especiales, en Louisiana Tech University.

Modelos: Mikel...

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