'Le pedimos a Dios olvidar la tragedia'

AutorJesús Rivera

Con el peso de tener a su padre en la cárcel y a su madre en el cementerio, hijos de autoviudos luchan por recuperarse del peso de la tragedia a dos meses de vivir el homicidio en casa.

"Lo que le pedimos a Dios es que nos haga olvidar la tragedia", implora uno de los huérfanos de este drama.

A principios de enero, tres crímenes cometidos por papás han dejado en la orfandad a 14 personas, entre ellas seis menores de edad.

El 1999, cuatro individuos se convirtieron en autoviudos al matar a sus parejas y dejaron en la orfandad a un total de 15 hijos.

A semanas de haber vivido la tragedia, algunos de ellos se preparan a olvidar tan desagradable vivencia mediante el trabajo y la unión familiar, negándole unos el perdón a su padre, a diferencia de otros.

Yolanda Rodríguez Tobías, una de los hijos del matrimonio formado por Martha Tobías, asesinada por su esposo Juan Francisco Rodríguez Gallegos, sujeto a proceso por el homicidio, expresó que la tragedia los ha unido más.

Entrevistados en su domicilio, los seis hermanos Rodríguez Tobías mencionaron que no perdonarán a su padre haberle quitado la vida a su madre.

"Nosotros no le perdonamos a papá lo que hizo porque no tenía fundamentos de sus sospechas de celos, esto que pasó nos viene a unir a todos nosotros más como familia, como hermanos, tenemos el apoyo de nuestros tíos, de nuestros esposos.

"Lo que le pedimos a Dios es que nos haga olvidar la tragedia, aunque él dice que está arrepentido, vamos a salir adelante trabajando como siempre lo hemos hecho, lo haremos con el recuerdo de mamá", expresó Yolanda.

Además de Yolanda, la acción de su padre dejó huérfanos a sus hermanos Adelina, de 25, años; Jaqueline, de 23; Irma, de 18, y los gemelos Juan Antonio y Juan Francisco, de 17.

Juan Antonio y Juan Francisco, los únicos solteros de la familia, expresaron que seguirán trabajando.

"Vamos a salir adelante con trabajo y recordando los momentos felices y los consejos de mi madre", dijo Juan Francisco, "ella antes de morir siempre nos decía que fuéramos hombres de bien, que no tomáramos, que no anduviéramos en pandillas, que fuéramos gente de bien".

A diferencia de ellos, los hermanos Juárez Niño perdonaron a su padre.

Ezequiel Juárez Rodríguez, de 43 años, asesinó a balazos a su esposa María Maximina y después él se pegó un tiro en la boca, el cual lo mantiene grave en el Hospital Universitario.

Esta tragedia dejó en la orfandad a José Antonio, de 25 años; Erick Ezequiel, de 19; Carla Karina, de 15...

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