Un pedazo del paraíso en la tierra

AutorPatricia Miranda

Enviada

TORTOLA, Islas Vírgenes Británicas.- Hay destinos que valen más de lo que cuestan y, por lo general, suelen estar reservados para aquellos aventureros que van a donde pocos se adentran. Tal es el caso de este archipiélago ubicado 97 kilómetros al este de Puerto Rico y conformado por 60 islas, islotes y cayos.

A saber si todavía haya tesoros enterrados. Pero lo que abunda, como lo presumen las placas de los autos que transitan por las islas, son "los pequeños secretos de la Naturaleza", estratégicamente colocados para ser descubiertos por esos piratas posmodernos que obedecen a la tendencia de saltar de un pedazo de tierra a otro a bordo de una embarcación, ya sea propia o alquilada.

Dicen que no es necesario ser docto en cartas de navegación, ya que gracias a los buenos vientos que soplan en esa zona caribeña y a que las islas se encuentran una muy cerca de la otra, se puede navegar a simple vista. No por nada el destino es conocido como la "Capital del deporte de vela del mundo".

Quienes no tengan experiencia en el yatismo pueden rentar una embarcación con todo y capitán y tripulación, como la del Cuan Law. Pasear una semana a bordo de esta pequeña "isla flotante" con capacidad para 20 pasajeros cuesta alrededor de 50 mil dólares, más o menos 600 mil pesos.

¿Qué tal celebrar a algún familiar o convivir con los amigos ocupando los 10 camarotes con los que cuenta este yate? La tripulación se encarga de brindar un servicio de lujo en alta mar. Desde la seguridad otorgada por una sonriente capitana y un experimentado ingeniero hasta las delicias que prepara una chef o el recorrido que guía una buza certificada.

Este último se realiza en las profundidades cercanas a Salt Island para ver el RMS Rhone, un buque británico que naufragó durante un huracán de 1867 y es uno de los motivos de que las Islas Vírgenes Británicas (BVI, por sus siglas en inglés) sean consideradas como el "Mejor destino de buceo de naufragio".

Otro de los lugares por los que vale la pena abandonar la embarcación sin duda es The Baths, formaciones rocosas erosionadas con el paso del tiempo que crean un laberinto de pozas entre la playa y el mar que baña la isla de Virgen Gorda.

Todo un paraíso

Para tener una experiencia completa por este destino hay que estar dispuestos a perder la brújula y qué mejor que quedar varados en una hermosa isla como lo es Virgen Gorda. Ahí se tiene la opción de apartar una estadía en una de las tres exclusivas villas con espacio para 10...

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