Paz Flores / El País de las Maravillas

AutorPaz Flores

La mesa de los locos está servida. Los pocos comensales en la elegante mesa del Fórum escuchan las divinas palabras de la ponencia de Wangari Maathai, la mujer que sembró miles de árboles en África; mientras, a unos kilómetros en Iturbide, siguen talando en cantidades industriales los talamontes ilegales con el auspicio de las mismas autoridades, sentadas sonrientes en la mesa escuchando el discurso celestial. Vaya contradicción.

-No, niña, ¿qué no entiendes que no hay contradicciones en "La merienda de los locos"? - me dice el Gatizorro en trajecito que aparece en el árbol mágico de mi casa de cubos invertidos.

"Tiene razón, señor gato, perdón, señor zorro, quizá la loca soy yo".

La Liebre de Marzo, el Sombrerero Loco y Don Gastón, invitados de honor, asienten en el brindis del discurso ambiental, mientras la única alternativa al desarrollo para ellos es abrir túneles en las montañas, ya sea en el Cerro de la Silla o en la Huasteca. Y no sólo eso, además el costo del túnel lo tendrás que pagar tú, con un impuesto sacado del sombrero del Mago también invitado a la mesa del Fórum.

Mientras otra eminencia habla de la paz, el señor Lirón sonríe complaciente, y afuera del evento aparece amordazado otro muerto con un letrero amarillo clavado con picahielo en el singular lenguaje narco "Procurador no te hagas 'conejo' hasta que sigas protegiendo a la gente de...". Uy, qué feo, ¿acaso eso sucede en otra dimensión, en otro mundo distinto?

-Eso es normal, me dice el Gatizorro, aquí una cosa es lo que se dice y otra lo que se hace, ¿qué no entiendes, niña?, son cosas diferentes, sobre todo en "La merienda de los locos".

Sí, tiene razón el Gatizorro. En este mundo al que me vine a meter, quizá la loca soy yo.

Llegué a este mundo por un agujero negro como el que quieren hacer al Cerro de la Silla. En este mundo todo es tan normal para usted y a mí me parece todo tan anormal, tan paradójico, que seguramente aquí, sí, la loca soy yo.

Mientras en los salones cortesanos del Fórum se habla de grandes ideas para rescatar la libertad, en sus casas ustedes les dicen a sus hijos que al primer disparo que escuchen se tiren al suelo, porque si por accidente les toca estar en medio de la ráfaga-cuerno de chivo de los narcobandoleros es la única forma de salir liebre, perdón libre, hablando de libertad como en el Fórum-merienda de locos, ¿verdad?

¿Por qué me asusto?, verdad, señor Gatizorro, quizá la loca soy yo. Eso es perfectamente entendible en el País de las...

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