Para pastillas, sólo las del especialista

AutorMaría Fernanda Torres

Cuando ni las dietas ni los ejercicios te han funcionado para bajar de peso, tal vez es momento de que recurras a un tratamiento farmacológico.

Pero el problema no son los medicamentos, sino que la mayoría de las personas en su búsqueda por perder kilos elige tratamientos sin supervisión médica.

En Estados Unidos, la Federal Drug Administration sólo permite dos medicamentos para bajar de peso: el orlistat y la sibutramina, explica César Lozano Peña, médico especialista en metabolismo.

La primera evita la absorción de las grasas de la dieta, reduciendo así la ingesta de calorías.

"Actúa inhibiendo la enzima que descompone los triglicéridos en el intestino", explica, "de esta forma, los triglicéridos se excretan sin digerirse".

La segunda es un supresor del apetito que actúa dando la sensación de saciedad.

Además de estos medicamentos, en México se utilizan otros como el mazindol, un anorexigénico cuya composición química y acción son diferentes a los de las anfetaminas, comenta, y disminuye la sensación de hambre.

Otros es el fenproporex y la d-norseudoefedrina que actúan sobre los centros cerebrales que controlan el apetito, permitiendo así modificar la conducta alimentaria del paciente.

La anfepramona es uno de los primeros anorexigénicos sintéticos indicados como auxiliares en el tratamiento de la obesidad producto de la sobrealimentación y el sedentarismo.

También está el esbeltex, que se obtiene de las raíces de la planta Konjac de origen japonés.

De los tubérculos se extrae una sustancia conocida como glucomanano, que provoca la sensación de saciedad, indica Lozano.

Aunque el uso de dichos medicamentos para bajar de peso no ocasiona dependencia, su administración debe ser controlada por un especialista, porque como cualquier tratamiento médico tienen sus contraindicaciones, señala.

Cuando el paciente abusa del consumo de fármacos o no sigue un tratamiento adecuado a sus necesidades puede sufrir efectos colaterales como insomnio, hiperactividad, nerviosismo, taquicardia e hipertensión, entre otros.

Muchos personas pasan por alto su salud y prefieren recurrir a 'fórmulas mágicas', dietas de artistas famosos, o tratamientos caseros que les funcionaron a la vecina o a la amiga, advierte el endocrinólogo.

"Estas opciones les resultan bastante atractivas porque prometen bajar cinco kilos o más en una semana, pero en realidad son dietas mal balanceadas que aumentan los riesgos de afectar la salud", señala.

A la amplia oferta 'milagrosa' se...

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