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Pasan su vida en un faro: Hereda oficio de su abuelo y de su padre

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Vincent
AutorLev García, Selene Baldenegro y Sergio Flores

Antón Lizardo,Veracruz.- Raymundo Puch Cayetano tiene 27 años cuidando el faro de esta isla. De hecho, heredó el oficio de su padre y de su abuelo, quienes cuidaron el funcionamiento de las luces que guían a los marinos durante 45 y 55 años, respectivamente.

Creció en las islas del Golfo de México, viendo cómo arreglaban las plantas de energía para los faros, aprendió a comer gracias a lo que llama "la bondad del mar". Sabe otros oficios, como albañilería, carpintería, mecánica, pero sobre todo, está consciente de que la soledad es una dicha cuando se sabe convivir con ella.

"Me toca estar en el faro de la Isla de Enmedio desde el 18 de este mes hasta los primeros días de enero, dependiendo cómo esté el tiempo, podría bajar el día 5, pero eso nunca se sabe. Hay que estar preparado para quedarse ahí el tiempo que sea necesario, nunca es suficiente, porque siempre tienes muchas cosas que hacer", dice.

Reconoce su deseo de pasar el fin de año con su familia, pero al mismo tiempo agradece que comprendan el gusto que le tiene a su trabajo, del cual es relevado cada 15 días.

"Y cómo no, a mis dos hijas también les gusta estar en la isla. Allí las crié hasta que tenían 6 años, y ya era tiempo de que fueran a la escuela para que sepan algo de letras.

"Ahora ya están en segundo y tercero de secundaria, pero les gusta ir allá, nadan, saben también muchas cosas del mar, están incluso preparadas para hacer frente a una eventualidad", abunda.

Su estancia la pasa en una casa construida especialmente para quienes desempeñan ese trabajo. Tiene paredes de 45 centímetros de espesor de piedra muca, una especie de coral, como la que se utilizó en tiempos de la Colonia para erigir el fuerte de San Juan de Ulúa.

"Pues en comparación a como les tocó a mi padre y a mi abuelo, tenemos las comodidades básicas. La verdad es que están bien...

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