Pareceres / El rey Acosta dijo basta

AutorGuillermo Gasparini

Su viejo amigo y ahora ex entrenador, Pipo Gorosito, le preguntó a su ayudante Chapa Zapata: "¿Lo sacamos?". El Beto Acosta, en el día de su despedida, acababa de convertir un tiro penal, gol que los estadígrafos afirman que fue el número 300 (considerando los oficiales y los logrados en torneos internacionales) de su prolongada carrera. "Me temblaban las piernas, no sabía cómo hacer", dijo, emocionado, el hombre. Y cuando completó la vuelta olímpica eufórica, el DT pidió el cambio, para que el héroe se retirara de las canchas con todos los honores. La hinchada de San Lorenzo deliró en el momento, sin poder comprender aún porqué un hombre en la plenitud de la capacidad, decide decirle adiós al fútbol. Porque Alberto Federico Acosta, aunque aún faltan computarse algunos partidos de sus rivales, cerró su carrera al frente de la tabla de artilleros del Apertura y pasó a ser, así, el goleador más veterano de toda la historia del profesionalismo argentino.

"Son muchos años de entrenamientos, partidos, concentraciones, viajes, mudanzas de países. La pelota me lo dio todo, porque me hice grande con ella y conocí cosas y países que jamás soñé. Pero llegó la hora de dedicarme de lleno a mi familia y a mis amigos de toda la vida, los de Arocena, mi pueblo", monologó Acosta en la conferencia de prensa posterior a su último encuentro. "Sé que se me está yendo la mitad de mi vida. Aunque en la cancha yo muestre cara de duro, toda esta despedida me llega mucho. Vamos a ver cómo me siento dentro de 15 días, cuando realmente el fútbol profesional se haya convertido en pasado", había dicho unos días antes. "La primera muerte que siente el jugador de fútbol es cuando nos retiramos. Pero es mejor irse antes de que a uno lo echen", comentó Carlos Bianchi sobre "la decisión inteligente" del Beto. Pero, como dice siempre César Menotti y lo piensan tantos, quien fue jugador de fútbol jamás deja de serlo, aunque recorra otras profesiones: "Yo sueño con hacer un gol, no con hacer un cambio", suele ejemplificar.

Acosta fue siempre un trotamundos de la pelota, aunque en su récord registra cuatro ciclos distintos en San Lorenzo y dos en la Universidad Católica, lo que demuestra un aquerenciamiento con las camisetas que vistió. Después de iniciarse en Unión, el club del que es hincha, pasó primero a San Lorenzo y luego estuvo una temporada en el Toulouse. Regresó al equipo de Boedo hasta que el destino lo llevó a Boca Juniors. No llegó a triunfar como él quería, aunque...

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