Pantalla Grande/ K-19: ¡Se hunde!

AutorJusto Elorduy

**1/2

Se supone que K-19 está basada en hechos de la vida real, pero son la clase de hechos que Hollywood hace y deshace a su antojo, como es el caso de la desastrosa y mortal misión que realizó el submarino soviético del título el 4 de julio de 1961.

Una película de submarinos corre el riesgo de caer en lo monótono dado las limitantes de espacio, pero cintas como la excelente El Submarino (1981) y La Caza al Octubre Rojo (1990) lograron evitar ese problema.

K-19 es el primer submarino balístico de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas que debería seguir una simple misión de mostrarle a Estados Unidos y al mundo que los rusos tenían con qué defenderse.

El capitán Alexei Vostrikov (Harrison Ford), impuesto en el submarino sobre su verdadero comandante, el capitán Mikhail Polenin (Liam Neeson), tiene que enfrentarse al dilema de que uno de los dos reactores nucleares que lleva la nave comienza a fugar material radioactivo, con la amenaza de matar a todos a bordo.

La cinta de la directora Kathryn Bigelow (Punto de Quiebra, Al Caer la Noche y Días Extraños) maneja un guión donde todos los nombres han sido cambiados para protegerlos de una, a veces, ridícula historia.

Cierto es que la película busca que se reconozca a los héroes sin nombre que fueron ignorados casi por tres décadas, pero no hay a quien reconocer, ya que los nombres de los participantes en la historia son ficticios, para empezar.

Para elevar el dizque nivel de tensión, hay una guerra de nervios entre el personaje de Harrison y el de Neeson, donde hay un literal estira y afloja entre ambos superiores: muchas órdenes y, para cada una, retórica...

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