Pantalla Grande / Carreras Clandestinas: Le falta una afinada

AutorJusto Elorduy

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A primera instancia Carreras Clandestinas parece la respuesta en dos ruedas a lo que Rápido y Furioso es para autos.

En sí la película está hecha para explotar la visión de los grupos de motociclistas que se forman en Estados Unidos, que llevan un código de honor muy interesante y que por más rivales que sean, hay un común denominador que los amarra.

En la historia, Derek Luke (al que vimos hace poco en El Triunfo del Espíritu - Antwone Fisher) es un joven que busca un lugar entre las pandillas de motos de California después de la muerte de su padre en un accidente.

Lo que pasa es que él siente que su padre siempre vivió bajo la sombra del rey de toda esta agrupación, Humo (Laurence Fishburne), y el chico cree que puede ser el escogido por los dioses de la velocidad para ganarle.

Reggie Rock Bythewood, como director, toma los artículos de Michael Gougis, periodista californiano quien retrató a tan folclóricos grupos y clubes que eran vistos con otros ojos: como pandilleros desorganizados, cuando la realidad era que buscaban tener un sentido de la vida en base a la fraternidad y la velocidad.

Hay modernos duelos entre caballeros de la edad media que sustituyen a los caballos por monturas de acero y combustión interna, con todo y preámbulo de retos y parlamentos motivadores de los "escuderos" de los combatientes.

El único problema es que Bythewood los retrata al estilo Hollywood, bien pintorescos y "nice", tan correctos en su proceder que desafía descripción alguna (y no dudo que sean así hasta cierto punto), ya que al final vemos en los créditos fotos de verdaderos clubes de motociclistas, a su usanza, no a la de la Meca del Cine.

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