Panorama impredecible

AutorAlejandro Garza

Sin contrataciones de renombre, y que sólo dejaron una sensación de pesimismo en su afición, los Rayados estarán enfrentando la primera parte de un torneo donde vuelven a jugarse su permanencia en la Primera División.

Cambiaron por completo su plantilla de extranjeros, además de traer a dos jugadores con cierto nombre en el futbol mexicano, como Paulo César "Tilón" Chávez y Héctor Castro, pero eso no quiere decir que tienen asegurado el éxito.

Lo mejor, por ahora, es el optimismo que tiene su técnico Benito Floro y la directiva en el plantel.

El Monterrey de ahora no sólo está obligado a salir de zona de descenso, sino de intentar con mayor convicción en buscar un lugar en la Liguilla.

De entrada han arrancado mal, con una derrota de 3-0, pero si el equipo juega todo el torneo como lo hizo los primeros 20 minutos de ese partido ante Cruz Azul, pueden superar la mayoría de sus obstáculos.

La mejor ventaja de los Rayados es el colchón de 10 puntos que mantienen sobre el Atlante, pero esa diferencia la pueden ver modificada para mal en las siguientes 33 jornadas en que se define el descenso.

Para el Invierno 2000, la idea firme de la directiva es sacudirse ese problema, y ahora sí, pelear por un puesto en el protagonismo.

Pero han empezado con algunos problemas no sólo de cancha, sino fuera de ella, como el caso de Cesáreo Victorino, jugador que adquirieron en el Draft y que terminaron por devolver argumentando un problema físico del jugador.

Independientemente del inconveniente económico que le ha dejado a la directiva, pues tuvo que pagar una multa por devolver al jugador, el aspecto deportivo también fue perjudicado.

Floro tenía contemplado en su esquema inicial a Victorino, y al no darse, tuvo que recurrir al extranjero.

Los cambios repentinos de jugadores, como el de Víctor Muller, quien en un inicio sí estaba contemplado, han hecho que la confianza no sea lo más fuerte que despierte el equipo entre sus seguidores.

Floro tiene enfrente el problema de la adaptación con su legión extranjera, pues todos, salvo el venezolano Juan Arango, son nuevos y completamente desconocidos en la ciudad y en el país.

Los brasileños Flavio Rogeiro, Argemiro Veiga y Alessandro Correa, y el español Francisco Javier Aguilera, junto con Arango, son los cinco de importación que buscarán darle otra mística a los colores azul y blanco.

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