Palabra y Fe / Hijos de la luz

AutorPbro. Gerardo J. Cárdenas Rodríguez

Se aproxima la fiesta de la luz, el día en que celebramos la Pascua, Cristo nuestro Salvador ha llegado a nosotros para romper las tinieblas del pecado, para iluminar nuestra vida con las obras de justicia. Cristo Luz del Mundo llega para enseñarnos el camino de la salvación y la felicidad.

Somos seres débiles que tratamos de comportarnos según la verdad que conocemos, pero que más de una vez equivocamos el camino, nos dejamos llevar por nuestros instintos y cometemos errores que nos hieren y lastiman a los demás, como ciegos tropezamos con personas y cosas que se cruzan por nuestra vida.

La suma de los errores cometidos por cada uno de todos los seres humanos que estamos sobre la Tierra o que han estado sobre la Tierra, da como resultado que hoy nos encontremos en esta situación de confusión y oscuridad.

Aquello que creíamos que era nuestro soporte, que nos orientaba en los momentos de crisis, aquello que nos servía para solucionar los problemas, ahora ya no es efectivo.

Aquellos valores que aprendí cuando era pequeño y me ayudaron en la juventud, han sido opacados por todas las propuestas hechas por las personas que se dicen saber.

Seguido nos preguntamos sobre las costumbres de otros países que nos están afectando. Vemos cómo los acontecimientos de cualquier curva del mundo llegan inmediatamente y estremecen nuestros criterios y seguridades.

Los terroristas, secuestradores, guerrilleros, con la bandera de defender los derechos del pobre y oprimido pisotean los derechos de personas inocentes.

Los países poderosos que fabrican armas, las venden a países pobres y éstos se pelean en guerras internas, a los narcotraficantes para que se defiendan de la policía, a los guerrilleros para que ataquen los gobiernos.

Los científicos con el pretexto de nuevas soluciones, juegan con la vida de hombres y animales. Con el pretexto de una muerte digna se justifican asesinatos y se considera a una persona como una carga para la sociedad. Se juega con todo, aun con lo que consideramos más sagrado.

La moral que nos proponen los organismos globales, los congresos y cortes internacionales, no tiene puntos de referencia sólidos.

No te dejes llevar por los criterios de moda. No...

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