PALABRA Y FE / Cuaresma positiva

Pbro. Jorge Rodríguez Moya

A lo largo de los siglos la Cuaresma ha recibido diferentes matices de acuerdo con la época cultural de la Iglesia.

Al principio era un tiempo de preparación a la Pascua, constaba de uno o dos días. Luego pasó a ser de 40 días (tiempo que tarda el corazón humano en descomponerse después de la muerte), tiempo simbólico que expresa un cambio radical de vida e incluso llegó a ser de varios meses.

Pero la cantidad de días no es tan importante como lo que la Iglesia quiere que logremos: un radical, profundo y transformador cambio de vida, de actitudes, de sentimientos, de decisiones.

Las prácticas llamadas cuaresmales tienen como objetivo "aligerar" nuestra vida para que nuestra conversión no sea tan pesada. Y en efecto, la mayoría están fundamentadas en quitar, sí, excesos, vicios, pecados.

Sin embargo, no siempre este "vacío" se convertía en espacio para la gracia, para el bien, para el...

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