Página Tres / Preocupan a regios asaltos carreteros

AutorRicardo Omaña del Castillo

Preocupan a regios asaltos carreteros

Hace tiempo circulan versiones de viajeros regiomontanos que dicen haber estado a punto de ser secuestrados en la autopista de Monterrey a Reynosa. Uno de ellos que viajaba con su esposa y dos hijas comentó que se negó a detener su camioneta cuando otros individuos los alcanzaron y le hacían señales de que se detuviera. Más recientemente trascendió el caso del empresario regiomontano desaparecido y quien posteriormente apareció muerto y medio incinerado en Guerrero, Tamaulipas. Un individuo fue detenido en McAllen, Texas, cuando hacía compras con la tarjeta American Express del hombre de negocios de Monterrey. Las autoridades de Tamaulipas niegan tajantemente que en este caso se trate de un secuestro, porque no hubo de por medio ninguna petición para obtener un rescate. La verdad es que la figura del rescate no es indispensable para la calificación de un secuestro. Lo cierto es que este caso y otros, de los que sólo se presume que han ocurrido en esa carretera, ha creado una sensación de pánico y desconfianza entre los regiomontanos que suelen viajar periódicamente a la frontera para internarse a los Estados Unidos. El asunto es muy grave y me parece que la autoridad comete un error cuando adelanta juicios. Sin haber agotado la investigación para descartar la existencia de alguna banda de secuestradores, no se puede dar por cierto que ésta no existe ni opera en la autopista. Ahora bien, estamos hablando de un fenómeno que presuntamente ocurre en una carretera federal, no en un camino vecinal. Los caminos vecinales están bajo la jurisdicción de los Estados. Las carreteras son jurisdicción federal. Luego entonces, en vez de encontrar atenuantes a los hechos que han ocurrido, las autoridades de Tamaulipas y las de Nuevo León deberían unir sus voces para exigir que el Gobierno federal se aboque a este caso y a brindar seguridad a los viajeros a través de la Policía Federal Preventiva, que para eso está. Las policías estatales o municipales no tienen ni atribuciones ni obligación de cuidar las carreteras federales y, en última instancia, si la carretera es de cuota, algo de responsabilidad en la seguridad de los viajeros la debe tener el concesionario de dicha vía de comunicación. La delegación de la Policía Federal Preventiva destacamentada en Tamaulipas debe cuidar el tramo de la autopista que le corresponde, e igual tarea debe tener la delegación de Nuevo León. Pero con vigilancia móvil y constante, no...

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