Página Tres / Mujer Presidenta obsesión de Marta

AutorRicardo Omaña del Castillo

Mujer Presidenta obsesión de Marta

Marta Sahagún se ha vuelto reiterativa en su discurso. No desaprovecha ocasión para insistir en la posibilidad y conveniencia de que una mujer llegue a la Presidencia de la República. Es obvio que su mensaje redundante no es ajeno a su interés personal, a sus aspiraciones encubiertas con ambiguas declaraciones de que no aspira a suceder en el cargo a Vicente Fox. Desde luego que ella está en su derecho de anhelar el puesto político más alto, y no le falta razón cuando subraya que hay mujeres aptas para dirigir los destinos del País. Por supuesto que las hay. Hay muchas mujeres que han dejado testimonio de su inteligencia, de su capacidad, con amplia experiencia en el servicio público, político y administrativo. Algunas de ellas han sido incluso más contundentes en la tribuna que sus homólogos varones. Yo no incluiría en esa lista a doña Marta, por supuesto, porque su haber político comienza y termina en su condición de esposa del Presidente de la República, sin antecedentes de haberse desempeñado de manera destacada en el servicio público. Además, en su discurso sólo habla de generalidades, de virtudes, de hipotéticos futuros, pero sin propuestas concretas, o planes concisos. Si tuviera que mencionar algunas mujeres que en política no le van a la zaga al hombre, y que podrían aspirar a la Presidencia con derecho y posibilidades, mencionaría a María de los Ángeles Moreno, Beatriz Paredes, Dulce María Sauri, Rosario Robles, Amalia García, entre muchas otras. Son ellas mujeres con una larga carrera política y una tiene en su haber una Gubernatura, otra una Alcaldía y otra la jefatura del Gobierno del Distrito Federal. Las suyas no serían candidaturas improvisadas, sino sustentadas en sus trayectorias y que conocen de las carencias sociales del País, del rigor y volatilidad de la economía y del manejo de la política partidista. Estas mujeres han enfrentado circunstancias que han puesto a prueba su carácter, su criterio y su sensibilidad. Ninguna es producto de la mercadotecnia publicitaria. Cada una tiene su sitio ganado a pulso. ¿Una mujer en la Presidencia? Quizás el fenómeno incomodaría a los machistas sicopatológicos, por llamarlos así, pero creo que ya es tiempo de que en política terminemos con el monopolio del sexo masculino, si realmente aspiramos a establecer la verdadera igualdad de géneros. En el acceso de la mujer al más alto cargo público, México va a la zaga, no obstante ser un punto de...

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