Pareceres/ Ortega tiene prohibida la pelota
| Autor | Guillermo Gasparini |
Ariel Ortega, el habilidoso Burrito jujeño de la Selección argentina y tantos clubes, está formalmente inhabilitado por la FIFA para jugar al fútbol. Su poco profesional escape de Turquía lo colocó como un paria en el sistema internacional y el Fenerbahce, que apenas en junio había invertido 12 millones de dólares para llevarlo a sus filas, debió pedir la expresa prohibición.
Yo ya no podía vivir más solo allí. La gente me aprecia, los dirigentes siempre me trataron bien, el entrenador también, pero me engañaron en un punto. Me habían prometido que iban a contratar a otros cuatro jugadores argentinos, pero al final contrataron a cuatro rusos... Ya no aguantaba más, resume su situación el jugador.
Ortega terminó el partido de Argentina contra Holanda y en vez de regresar a Estambul, como estaba previsto, compró el pasaje y viajó a Buenos Aires. No cambió ni una sola palabra con los turcos, dejó todo en manos de su representante, Antonio Caliendo. Y desde su llegada a Ezeiza repitió lo mismo: Quiero volver a River, es el único lugar donde puedo jugar. Los dirigentes de River, que tienen al Burrito como un ídolo, hicieron todo lo posible para repatriarlo, pero fue en vano. Es que desde el momento del cierre de la operación, hace ocho meses, recibieron 4.5 millones de dólares. Y los turcos quieren ver algún billete de vuelta.
Estaba solo y no podía hablar con nadie. Había un jugador portugués en el equipo, con el que más o menos podíamos charlar. Fenerbahce tiene mucha actividad internacional y, entre viaje y viaje, me entretenía. Pero extrañaba mucho a mi familia, relata el jujeño. Al principio jugaba, hice algunos goles, en la cancha la pasaba bien. El problema era cuando terminaba el partido. En esta época nieva bastante y yo me quedaba en casa, observando el espectáculo desde la ventana. Pero sin relacionarme con nadie, completa.
No es común que un jugador abandone el club que lo tiene contratado y mucho menos en este alto nivel internacional. Hubo casos de desarraigos o de tironeos entre clubes, pero muy pocos portazos de este estilo. Nacido en un pueblito del interior de la norteña provincia argentina de Jujuy, llamado Ingenio Ledesma, Ortega llegó a ser una estrella de River y de la Selección. Su gambeta sorpresiva posibilitó que apareciera con la celeste y blanca en el Mundial del 94, reemplazando a Diego Maradona, nada menos. Y después se convirtió en pieza fundamental de los equipos que condujeron Daniel Passarella y...
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