Opinión Invitada / Uriel Chavarría: Ultimátum

AutorOpinión Invitada

El destino nos alcanzó. El título parafraseado de esta película de culto describe lo que nos está tocando vivir.

El jueves de la semana pasada, el 17 de enero, Monterrey amaneció con una niebla diferente. Yendo por la calle la niebla se veía gris. Recordaba imágenes de Beijing donde no se ven los edificios y hay visiones apocalípticas de personas con mascarillas -aunque no hay evidencia de que éstas protejan completamente vemos que ya hay ciudadanos portándolas en la Ciudad.

Ese día todas las estaciones de monitoreo ambiental mostraron muy altos niveles de contaminantes. EL NORTE publicó al día siguiente: "Reportan 13 de las 14 estaciones del SIMA mala calidad del aire. Emite el Estado alerta ambiental y 15 planteles suspenden actividades al aire libre". Las fotografías mostraban a escolares con mascarillas.

Todavía el martes pasado se reportó nuevamente que 10 de las 13 estaciones de monitoreo en el área metropolitana presentaron mala calidad del aire.

El escenario llegó. La contaminación es tan abstracta en nuestras mentes que ha convivido con nosotros imperceptiblemente hasta que se manifiesta sin resabios.

Es un aire asesino, aunque el aire no tiene la culpa. Somos nosotros quienes lo aniquilamos y éste como bumerán regresa a destruirnos.

Hay una historia llamada el síndrome de la rana hervida. En ella, el animal no percibe el cambio paulatino de temperatura y se quema. Nos estamos ahogando con una muerte traicionera, lo cual dista mucho de ser exageración.

En mi práctica atiendo pacientes con enfermedad pulmonar crónica. Uno de ellos vive en un área elevada de la Ciudad y observa desde su casa por la mañana la densa mancha de contaminación que sin duda lo pondrá mal.

Cuando tiene forzosamente que salir, sólo dice: "Allá voy", resignado a sumergirse en esta jungla de falta de aire.

Hemos construido este desastre desde aquella aprobación de miles de taxis (con otros tantos piratas) además de avalar autos ilegales y permitir la avalancha reciente de Ubers. Tenemos pedreras, fábricas sin control, una refinería a pocos kilómetros y muchos etcéteras.

Lo sucedido el pasado 17 de enero debe ser un punto de inflexión que siembre la semilla de la cultura...

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