Opinión invitada / Sergio Joel Vargas López: Baches y pavimento: en deuda constante

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No hay conductor de un vehículo en la Ciudad que no haya caído en un bache. EL NORTE evidenció este problema en el reportaje del pasado domingo, "Pagan millones y siguen baches".

Y es que, por lo menos en la Ciudad, no se ha efectuado una repavimentación como se anunció hace tres años y además no se realizaron los estudios para la rehabilitación estructural y funcional de los pavimentos como lo exige la ley.

Sólo se ha realizado un deficiente, pésimo y costoso recarpeteo.

Dado que ésta es una situación que afecta a una enorme parte de la comunidad regiomontana, es conveniente revisar y dejar sentados algunos aspectos técnicos para comprender la problemática.

Para empezar, se deben hacer estudios de recopilación de los datos constructivos, elaborar una valuación del estado y tipo del pavimento, las características del tránsito y de su drenaje pluvial.

Un pavimento es un conjunto de capas de materiales seleccionados que reciben las cargas del tránsito y las transmiten a las capas inferiores distribuyéndolas desde la superficie de rodamiento o carpeta.

Antes de construir un pavimento deberá aprobarse la calidad de los materiales y considerar el diseño y solución al drenaje pluvial, porque cuando no se tiene el drenaje adecuado que desaloje la lluvia rápidamente, el pavimento se deteriora, como sucede actualmente en Constitución y Morones Prieto, aun teniendo a un lado el Río Santa Catarina.

Es por ello que lo primero es estudiar que se cuente con drenaje pluvial adecuado, de manera que llueva lo que llueva no ocurra nada.

En el diseño de la estructura del pavimento, hay que tomar en cuenta la terracería del camino, y el volumen y peso del tránsito que pasará por ahí con una visión mínima de 20 años.

Y es que la duración mínima de un pavimento bien elaborado se calcula entre 20 y 30 años, aunque puede durar muchos años más con un adecuado mantenimiento.

Luego viene el aspecto constructivo del pavimento. Todo el proceso debe tener las características de calidad de sus materiales bajo la supervisión de un riguroso control de calidad durante todas las etapas de construcción.

¿Por qué los pavimentos de Monterrey se vuelven derrapantes? Es porque se desgastan y se alisan, ya que son elaborados con calizas suaves que no pasan por la norma de la prueba de desgaste, o se elaboran de textura cerrada o con exceso de asfalto, por la falta de una buena supervisión.

Todo esto hace que con la lluvia el problema crezca, por la caída de partículas de menos de...

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