Opinión Invitada / Rogelio Sada Zambrano: Ciudadanos contra corrupción
| Autor | Opinión Invitada |
México es uno de los países del orbe más afectados por el flagelo de la corrupción.
Así lo demuestran evaluaciones hechas por las organizaciones mundiales, tales como Transparencia Internacional, el Banco Mundial y la OCDE, ésta en su ¡primerísimo lugar!... en corrupción, por supuesto.
A diario nos enteramos de presuntos actos de corrupción cometidos por innumerables funcionarios: desde la misma Presidencia de la República hasta el servidor público del municipio más pequeño.
Torres administrativas, casas blancas, sobreendeudamientos, acueductos injustificados, placas desaparecidas, Metros y parquímetros ordeñados, falsas adquisiciones, sobreprecios en obra pública. Y la lista de los funcionarios sinvergüenzas es interminable y el pueblo los conoce y los repudia.
Abundan los insultantes casos de enriquecimiento ilícito de Presidentes de la República, Secretarios de Estado, Gobernadores, Alcaldes, legisladores, jueces y de inmundos particulares coludidos.
La impunidad engendra la corrupción y ésta es tierra fértil en la que proliferan la desigualdad social, la extrema pobreza y el freno al crecimiento del empleo; la fuga de capitales, la reducción de la inversión productiva y el lavado de dinero; el crimen organizado, la injusticia y el general resentimiento de una sociedad harta de sus insaciables gobernantes.
Es por ello que los ciudadanos mexicanos debemos luchar en contra de la corrupción, para que todos juntos le pongamos un hasta aquí. Sólo así podremos acabar de una vez por todas con esta terrible plaga de servidores públicos y sus cómplices que de manera sistemática y bajo el manto de la impunidad descaradamente nos explotan.
Estamos sometidos por caciques despreciables, por descendencias decadentes cuyo único valor es la nauseabunda ostentación material proveniente de una herencia fruto de una inhumana explotación.
Que no nos sorprenda, entonces, que la inequidad en nuestro País sea de las peores en la faz de la tierra. El hambre y endebles jacales se enfrentan a casas blancas y yates lujosos, conviviendo trágicamente en un ambiente de simulada armonía.
Y las virtudes de la honestidad y de la solidaridad brillan por su ausencia. Son groseramente reemplazadas por la ostentación y la codicia.
Y estamos así porque permitimos que el servidor público -que porque maneja nuestros dineros debería ser vigilado-, escoja a sus vigilantes: en lo federal a Virgilio Andrade, Arely Gómez y Eduardo Medina Mora, todos ellos íntimos cuates del...
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