Opinión Invitada / Ricardo A. Martínez Espinosa: Primer round legislativo
| Autor | Opinión Invitada |
A poco más de un mes de su toma de posesión, que el Gobernador Jaime Rodríguez recurra por primera vez al veto en una disputa con el Congreso sobre la Ley de Coordinación Hacendaria nos da tal vez la imagen más clara de lo que será la relación entre Ejecutivo y Legislativo para los próximos seis años.
El desacuerdo que ha llevado a los Diputados locales a hablar de "rompimiento" con el Gobernador reside en que el Congreso establece una repartición de las participaciones federales del Ramo 28 que prevé que el Estado incremente gradualmente del 20 al 23 por ciento el reparto de recursos federales a los municipios.
El Estado no podrá retener las participaciones que correspondan a los municipios, un arma que anteriores Gobernadores utilizaron contra más de un Gobierno municipal.
Por otro lado, el Gobernador también vetó el acuerdo con el Congreso sobre la disminución gradual de la tenencia, provocando el rechazo de los Diputados, quienes acusaron doble discurso y exigieron explicaciones al Ejecutivo.
Intentándolo ver neutralmente, parecían buenas propuestas: académicos, agrupaciones políticas y líderes de opinión han destacado la importancia de fortalecer las finanzas municipales, la descentralización financiera y la verdadera autonomía de los municipios.
¿Por qué, entonces, el Gobernador se encuentra tan agraviado como para vetar las propuestas de los Diputados? En parte tiene razón para estarlo.
Politólogos como George Tsebelis y Mathew McCubbins han destacado el verdadero poder que existe detrás de la elaboración de los presupuestos públicos.
Dentro del tejido de decisiones y reparticiones, se pueden identificar prioridades en la agenda política, coaliciones dentro de los partidos que conforman la asamblea legislativa, la influencia de grupos de interés y el verdadero poder de cada uno de los actores políticos.
El presupuesto es un conjunto de decisiones financieras, sí, pero también de decisiones políticas en donde habrá ganadores y perdedores.
En Nuevo León lo que tendremos será una fotografía de ese primer enfrentamiento.
Los Diputados locales inteligentemente utilizan causas con las que difícilmente se podría estar en contra. Los ayuntamientos necesitan recursos y la normatividad en materia fiscal a nivel federal apoya esta causa.
¿Por qué impedir estas reformas? Más bien, lo extraño era que el Gobernador siguiera teniendo tanto poder en las decisiones sobre estos recursos.
Por el otro lado, es una incomodidad, por decir lo menos, que...
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