Opinión Invitada / México no funciona

AutorOpinión Invitada

Federico M. Garza Martínez

El analista Jesús Silva-Herzog Márquez nos advierte que necesitamos una reforma institucional: "No tengo duda de que debemos cambiar reglas, modificar el mecanismo básico de alicientes y castigos" ("De reformas y engañabobos", EL NORTE, 25 de julio).

El reconocido profesor del ITAM marca el rumbo, pero se atora al buscar soluciones. "La tarea sería sencilla: bastaría con imitar inteligentemente", pero ¿a quien?

"Atravesamos una serie crisis de la democracia en el mundo occidental. Las democracias que consideramos más avanzadas ofrecen parálisis, desacuerdo, ineptitud", agrega.

"Timothy Garton Ash, el historiador del presente, apuntaba apenas hace unos días que el atasco político parecía conducir a Estados Unidos y a la Unión Europea a la decadencia", concluye.

Le faltó observar que el desacuerdo en los grandes Estados democráticos se da en la discusión de asuntos menores, como el presupuesto, no en la idea o mecanismos fundamentales. Lo que sugiere que cambie en México.

El profesor lo olvida. Me pregunto, ¿por qué no fijar el rumbo a ser como Dinamarca? Garton Ash, historiador inglés, no mencionaría a Dinamarca. Pero Francis Fukuyama pone a Dinamarca como la cúspide de la evolución social y del orden político en su nuevo libro "The Origins of Political Order". (que se reseña en EL NORTE en "De 'el fin de la historia' al albor de la sociedad", por Nicholas Wade, 26 de marzo).

Cómo le iría a México si se convirtiera en una sociedad honesta, ordenada y estable, pacífica, próspera, igualitaria e incluyente, sustentable como Dinamarca. Cimentada en un Estado limitado, efectivo y eficiente, en el imperio irrestricto de la ley y un Gobierno honesto que rinda claras y transparentes cuentas.

Primero habría que ubicarse. ¿Qué y cómo es México? La vieja pregunta al profesor: ¿Es México un Estado? La concepción evolutiva del orden político de Fukuyama, sociobiólogo a ratos, puede ser de gran ayuda para la respuesta.

Fukuyama sintetiza el avance en el orden político en unos cuantos pasos, enormes brincos en la realidad. Los precarios cazadores-recolectores evolucionan a las arcaicas tribus, las que evolucionan a llegar a ser Estados y la modernidad, y la cumbre, el "benchmark" entre los Estados: Dinamarca. ¿Y México?

No sólo está muy lejos de ser Dinamarca, tampoco tiene las características de un Estado. México apenas está en la etapa de las tribus. ¿México, entonces, a un nivel de desarrollo político y social a la par de...

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