Opinión Invitada / Una mejor Policía
| Autor | Opinión Invitada |
Gerardo Pámanes
¿Cómo se explica el retraso policial? Para responder esta pregunta debemos abordar el tren del tiempo. Descenderemos en tres estaciones.
Primera estación: retrocedimos en el tiempo hasta el punto en que las ciudades son pueblos pequeños y pacíficos. El alcalde entrega la placa de comandante al viejo más respetado por los vecinos. Él, a su vez, llama a dos o tres de sus amigos más valientes y los convierte en policías.
Esta improvisación no genera problemas. La mayoría de los ciudadanos se abstiene de cometer delitos, no tanto porque la ley le inspire respeto; sobre todo porque le teme al repudio social.
El poblado es tan pequeño que todos se conocen, de tal suerte que el ladrón terminará por ser descubierto. Cuando esta clase de control social falla, entonces la policía entra en acción, de manera "subsidiaria".
Ahora viajemos hacia el futuro, cuando el pueblo se convierte en ciudad. Segunda estación: aquellos que antaño decidían no delinquir ahora ya no le temen al repudio social. ¿Por qué? Porque viven sumergidos en el mar del anonimato que genera vivir en una ciudad grande: los vecinos son extraños. ¿Y la ley? Nunca ha importado mucho, en realidad.
En este tránsito de pueblo a ciudad la corporación de policía siguió operando con la misma visión de pueblo. Así, al problema "más criminales", respondió con "más policías".
Tercera estación: la ciudad se convirtió en metrópoli. Ahora tiene más criminales que son también más sofisticados y más violentos. ¿Y la ley? Sigue sin tener mucho peso en la cultura mexicana.
La Policía evolucionó, pero no lo suficiente. De policías rurales pasó a policías granaderos. De la improvisación se trasladó a la formación elemental. Ante el problema "más criminales", se reaccionó con esta fórmula: "más granaderos". Pero ante el problema no cuantitativo, sino cualitativo de "criminales más sofisticados y violentos" se repitió la fórmula "más granaderos", y es aquí donde la ecuación falla.
Tiempo presente. ¿El policía granadero es ineficaz? Depende de qué esperemos de él. Si esperamos que enfrente y venza al criminal violento y sofisticado, la respuesta es sí. Mas combatir al crimen organizado no es su misión, tanto como prevenir el delito convencional u ordinario.
¿Entonces qué policía es aquella que debe atender el problema "crimen organizado"? Aquí está el fondo de la cuestión: no hay, en la pirámide policial actual, un escalón diseñado para este efecto.
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