Opinión Invitada / Marcelo González Jiménez: Política vs. legalidad

AutorOpinión Invitada

Cada vez más se comprueba que los Diputados locales están inmersos en una lógica de simulación, cuyo único punto de mira es la elección del próximo año.

El más reciente botón de muestra es que, después de más de dos años de postergar la sanción en contra de Jaime Rodríguez y Manuel González por las "broncofirmas", revivieron el tema incluso en pleno auge del coronavirus.

No es difícil suponer que el renovado afán de justicia obedece a la mecánica que ha imperado en la actual Legislatura: los Diputados se montan en ciertos asuntos para sacar raja política, alegan que son diferentes a los demás partidos y, finalmente, se olvidan del tema y se trepan a otro siguiendo de manera cíclica el mismo procedimiento para ponerse de rebote cualquier medalla que les caiga en el camino.

Hoy así parece ser, no obstante que el tema de la posible destitución del Gobernador y su segundo es de vital importancia para el orden político del Estado.

Pero, aunque el Poder Legislativo es un órgano meramente de representación política, y los Diputados realmente no tienen que ser expertos en Derecho -o en algún otro campo-, es preocupante que sus motivaciones parezcan ser siempre la propaganda y el revanchismo político, y no la legalidad.

Tenemos dos temas recientes que explican esto: el ya referido procedimiento de sanción en contra del Gobernador y el Secretario de Gobierno, y la reciente iniciativa de reforma al Artículo 3 constitucional que abriría la puerta al "PIN Parental".

En ambos casos, los Diputados locales interpretaron la ley de acuerdo con la conveniencia de su agenda. Veamos.

En el recién superado tema del "PIN Parental", independientemente de la postura que se tenga sobre él, quienes estuvieron en contra -y al final se impusieron con ayuda del PRI- envolvieron el asunto en un velo de alegatos aludiendo cuestiones de constitucionalidad en un tema que era meramente de representación ideológica.

Es decir, en una lectura más acuciosa del asunto, la lucha por el "PIN Parental" nada tuvo que ver con el otorgamiento de derechos constitucionales -aunque eso hayan dicho sus detractores-, sino con pugnas de poder entre los partidos por cuestiones ideológicas.

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