Opinión Invitada / Marcelo González Jiménez: ¿A quién quieren engañar?

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A escasos días del cambio de Gobierno, los mexicanos deberíamos preguntarnos si los engaños que hasta ahora hemos visto serán el sello que definirán el estilo personal de gobernar de Andrés Manuel López Obrador.

El futuro Presidente sigue empeñado en considerar a sus consultas como instrumentos de democracia participativa y cree que sus resultados son clamores democráticos justos y válidos, cuando no son más que engaños para una minoría mal informada que está siendo usada para consolidar la base electoral de Morena.

López Obrador y su equipo, ¿a quién quieren engañar?

Consultas como las recientes -la del domingo despreciada por los regiomontanos- no son más que remedos que ponen en duda la credibilidad de López Obrador porque desgastan el verdadero espíritu de la participación ciudadana por el que muchos activistas lucharon durante años.

Estas consultas tan ambiguas como "apoyar a los ancianos" o tan delicadas como la próxima de "juzgar a ex Presidentes" no es democracia, sino una frívola vacuidad que raya en la demagogia y lo absurdo.

Lo curioso es el retroceso disfrazado de cambio. Lo hemos visto en algunos aspectos como la desaparición del CISEN y la disminución de las labores de inteligencia únicamente para servir a la seguridad pública; la velada militarización del País a través de la Guardia Nacional -aunque la Ministra en retiro Olga Sánchez Cordero se revuelva en malabares lingüísticos al justificar que no serán militares, sino "po-li-cí-as", como diría ella- o la presumible bravuconería de Rocío Nahle, quien será Secretaria de Energía, para presionar a los Comisionados de los reguladores energéticos para abandonar sus cargos y así politizar a estos órganos.

Preocupa la multiplicidad de liderazgos en Morena, tan disímiles como ambiguos en sus convicciones, que pueden afectar la gobernabilidad, porque de hecho diluyen la uniformidad y congruencia de su agenda política.

Ricardo Monreal desde el Senado opera por cuenta propia con fines políticos y Napoleón Gómez Urrutia parece estar distraído en...

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