Opinión Invitada / Karen Batres: El engaño

AutorOpinión Invitada

Pulula en redes sociales la opinión de que el Gobernador Jaime Rodríguez ha engañado a la gente, que no ha sido la persona que decía ser, que prometió cosas que no ha podido o querido llevar a cabo.

Como se ha comentado antes en este espacio, el populismo ofrece lo que la audiencia desea escuchar, y lo que la audiencia desea escuchar no se basa en un frío análisis de los hechos, sino en las tripas: el populismo manipula las emociones porque la propaganda -herramienta única del populismo- eso hace.

¿Cuál es el engaño? ¿Alguien no sabía que el Gobernador militó durante décadas en el PRI? ¿Alguien no sabía que los independientes suelen serlo cuando su partido no los postula?

Es simplemente surreal que una población tan cínica, tan suspicaz, tan reacia de entrada a los políticos, sea tan fácilmente engañada. O, mejor dicho, que se autoengaña con tanto entusiasmo.

Cuando era candidato, Rodríguez prometió sanear la economía del Estado. Alguien le preguntó cómo y la respuesta fue que "eliminando la corrupción".

Aquí surgen varias dudas legítimas: ¿qué porcentaje de la economía emproblemada podemos adjudicar a "la corrupción"? ¿Es una cantidad tan masiva que da cuenta de las deudas del Estado? Nadie sabe, incluyendo al Gobernador.

¿Cómo iba a eliminar la corrupción?, ¿haciendo qué cosas? ¿Era la única solución que tenía ante las deudas de Nuevo León? Obviamente no, pero ¿quién le hizo estas preguntas? Nadie.

Miles de personas votaron por Rodríguez por la presencia de Fernando Elizondo en su planilla. No sé qué pensaron, ¿que Elizondo iba a tener semejante dosis de poder que podría, digamos, gobernar? ¿Que podría asegurar una limpieza casera general para quitar tanta telaraña corrupta?

Esto también fue una especie de autoengaño feliz. El que tenía -y tiene- el poder ejecutivo es Rodríguez, nadie más. Su facilidad de dar pases de pecho estaba -y está- a la vista del que quería ver.

Uno de los problemas principales ante el populismo es la diferencia entre la suspicacia y la duda.

Los que no se molestan en informarse, en ver la historia de un candidato, en indagar qué ha dicho en ocasiones anteriores, y cómo se ha portado, suelen ser personas suspicaces.

Pero la suspicacia es una actitud que abarca todo...

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