Opinión Invitada / Juan-Pablo Calderón Patiño: La geopolítica del futbol

AutorOpinión Invitada

De niño, afortunado, entrar al Azteca era más que ingresar al primer estadio testigo de dos mundiales. Dieciséis años atrás, el Coloso de Santa Úrsula resguardó la magia brasileña en la épica final de México 70 que ganaría frente a la "squadra azzurra". Cien mil gargantas entonando el himno mexicano con la piel electrizada.

Esa visita mundialista me descubrió que el futbol es más que un deporte. Después un poema, Manuel Negrete hace una excelsa anotación junto al gol del siglo de Maradona frente a los británicos.

El trazado de la cancha ha formado un diamante descifrando que si el beisbol es el rey de los deportes, el futbol es el emperador. En ese recuerdo llega la edición 21 del Mundial por primera vez a un país eslavo.

El crecimiento de equipos en el Mundial ha sido paralelo al de Estados. Desde el primer Mundial en Uruguay 1930 y pasando 20 justas (con el paréntesis entre 1938 y 1950 por la Segunda Guerra Mundial), la comunidad de Estados creció.

De 51 miembros fundadores, la ONU pasó a 193 actuales. La Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) desde Zurich reúne a 211 federaciones. Su defenestrado ex presidente acusado de corrupción, Joseph Blatter, comentó: "En la FIFA somos como las Naciones Unidas, pero con más poder. Tenemos 208 miembros contra 192 o 193. Y cuando tomamos una decisión, se implementa directamente"...

Tan sólo en derechos de transmisión y publicidad, la FIFA supera el presupuesto de la ONU sin considerar las operaciones de mantenimiento de la paz.

Si son 32 equipos en Rusia 2018, en el 2026 serán 48 equipos. El Mundial del 2002 fue el primero en realizarse en dos naciones: Japón y Corea del Sur.

En el 2026 la sede será América del Norte y, con independencia del TLCAN, tres países tendrán el segundo Mundial en un bloque que, pese a las crisis regionales, persistirán en el futbol.

Hoy son seis confederaciones dentro de la FIFA que representan a los continentes. México en la inseguridad tiene un lastre y no querrá repetir la experiencia de Colombia cuando la guerra contra el narcotráfico imposibilitó ser sede mundialista y México fue sede alterna en 1986.

Si en la geopolítica del futbol no ha privado el principio diplomático de representación geográfica, en 2002 Europa y América...

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