Opinión Invitada / Juan Pablo Murra Lascurain: Conocimiento y emprendimiento

AutorOpinión Invitada

"Small country, big noise" fue el comentario de un empresario chino a un amigo mexicano que le mencionó que vivía en Israel. ¿Por qué chico? Israel cuenta con una población de 8 millones de habitantes (similar a Jalisco) y un territorio de 21 mil Km2 (similar a Hidalgo).

¿Por qué el ruido? Son el país, fuera de Estados Unidos, con más empresas cotizando en NASDAQ (105), tiene 12 premios Nobel, extraordinarias instituciones académicas y se ha convertido en un "hub" mundial para empresas globales en tecnologías de información (Intel, Microsoft, HP, IBM, Google), farmacéutica y defensa.

Recientemente, una delegación del Tecnológico de Monterrey tuvimos la oportunidad de visitar Israel con el propósito de fortalecer los vínculos con ese país y sus universidades.

El historiador francés Hippolyte Taine decía que "viajamos para cambiar, no de lugar, sino de ideas". Se vuelve importante entonces destilar algunas lecciones para México y sus universidades.

  1. Cultura que valora la ciencia, el conocimiento y la educación.

    El Estado de Israel se creó en 1948; sin embargo, los migrantes judíos a Palestina de inicios del siglo 20 empezaron a crear las instituciones académicas desde mucho antes (Technion, 1912; Hebrew University of Jerusalem, 1918).

    El primer Presidente del país fue Chaim Weizmann (científico y fundador del Weizmann Institute of Science) y se invitó a Albert Einstein a que fuera el segundo. En Israel se valora y celebra el talento académico y científico.

    Según datos de la OECD, Israel es el segundo país que más invierte en investigación y desarrollo como porcentaje de su producto interno bruto (4.1 por ciento). Y como se dice coloquialmente, cariño se demuestra con presupuesto. Igual de importante es la relevancia social que tiene el acceso a la educación de calidad y el esfuerzo de las familias e individuos por lograrlo.

  2. Altos estándares y exigencia.

    La adversidad es una dura escuela. La persecución que ha sufrido el pueblo judío y la situación de seguridad en Israel hacen que, en algunos casos, no existan segundas oportunidades.

    Todos los jóvenes israelitas pasan por varios años de servicio militar activo. Una dura experiencia, pero sin duda les desarrolla disciplina, madurez, compromiso y altos estándares. Las cosas se hacen bien o se pierden vidas y no hay margen de error.

  3. Se respeta y aprende del fracaso.

    En Wix, que ofrece servicios para crear páginas web y plataformas digitales, nos recibió Dror Shaked, inversionista fundador y...

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