Opinión Invitada / Juan Manuel Ramos: Revocación de mandato y negligencia legislativa

AutorOpinión Invitada

¿Regresará Jaime Rodríguez? Eso es lo que muchos nos preguntamos.

Su licencia vence el 1 de julio y todo indica que sí lo hará, ya que la ley no le impide volver a su puesto.

Pero la exigencia ciudadana es que antes de regresar, el Gobernador con licencia atienda y resuelva las acusaciones de financiamiento ilícito, desvío y triangulación de recursos exhibidas por el INE durante su recolección de apoyos, situaciones que hacen que el 74 por ciento de los ciudadanos no lo quiera de vuelta (EL NORTE, 21 de marzo del 2018).

Lo que viene después del 1 de julio es responsabilidad de los Diputados locales. Se trata de dolo o negligencia legislativa, decidieron inclinarse más por los asuntos electorales que por políticos y sociales, dejando claro que para muchos su interés está centrado en su futuro personal y no en su compromiso de servicio público.

Un total de 18 congresistas locales buscan la reelección, seis aspiran a un curul en la Cámara de Diputados y uno pretende ser Senador.

Son 25 integrantes del Congreso de Nuevo León que, lejos de comprometerse con su función de representatividad y a pesar de su pobre desempeño, buscan el beneficio personal.

Más allá de lo electoral, la atención de nuestros congresistas debería estar centrada en hacer bien su trabajo, en impulsar temas de relevancia y hacer válida su condición de representantes populares, empoderando a la ciudadanía. He ahí la que debe ser su verdadera función.

Sin embargo, nos topamos con una realidad distinta. Si bien existen leyes que en teoría podrían impulsar el involucramiento de la ciudadanía, nuestros Diputados y Diputadas de manera inexplicable omitieron la legislación secundaria que impide hacer reales los mecanismos de participación ciudadana.

Es así como tenemos una Ley de Participación, que contempla mecanismos, pero no contamos con legislación secundaria que nos diga cómo implementarlos, uno con importancia mayúscula, ya que nos otorga el poder o la posibilidad de remover anticipadamente de su cargo al Gobernador, Presidentes Municipales o Diputados locales.

Es la revocación de mandato, una herramienta indispensable si aspiramos a ser una democracia participativa.

Para el caso específico del Gobernador de Nuevo León, nuestra Ley de Participación Ciudadana refiere que para solicitar la revocación de mandato se necesita recaudar más de 274 mil 500 firmas (10 por ciento de la lista nominal), una cantidad extremadamente alta que incluso supera el requisito de firmas para...

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