Opinión Invitada / Juan Jesús Garza Onofre: Improvisación inhumana
| Autor | Opinión Invitada |
Decía Borges que "el patriotismo es la menos perspicaz de las pasiones".
Aislados en realidades construidas a la medida y abstraídos en efímeras ocurrencias cortoplacistas, muchos de quienes en la actualidad están en importantes posiciones de poder parecen navegar entre la inconsciencia y la ignorancia.
En ese sentido, no cabe duda de que hoy en día el mundo es mucho más impredecible que hace algunos años.
La insistente propagación del miedo hacia lo ajeno y lo desconocido no sólo ha provocado el resurgimiento de un absurdo sentido de pertenencia hacia lo nacional, sino que también ha dejado a la comunidad internacional al borde del abismo.
Más allá de que el fenómeno de la migración resulta bastante complejo y sus implicaciones no son del todo sencillas de prever, en las últimas semanas hemos sido testigos de cómo las estrategias para afrontar las necesidades de las miles de personas extranjeras que han llegado a México resultan totalmente improvisadas y desprovistas de cualquier criterio de sensatez y racionalidad.
Ante lo sucedido es posible percibir una sensación de crisis permanente en la que frente a cada solución brota un cúmulo de nuevos y más graves inconvenientes y así hasta caer en un inacabable círculo vicioso. Mismo que bien pudo ser evitado, o quizá abordado con una mayor diligencia y precaución.
Resulta claro que es imposible encontrarse preparados para enfrentar alguna catástrofe que suceda de forma repentina.
Sin embargo, a diferencia de muchos acontecimientos que difícilmente se pueden contener, el fenómeno migrante no fue algo que emergió de la noche a la mañana o que nunca llamó la atención de nadie.
Múltiples organizaciones de la sociedad civil, la misma Iglesia católica, universidades y activistas, entre otros muchos actores, se dejaron la vida intentando advertir sobre la inminente urgencia de tratar este tema, pero, al final, pudo más la espontaneidad y la premura del Gobierno antes que la planeación y la buena voluntad.
Años de minimizar problemáticas no pasan en vano. Invisibilizar a miles de personas tiene sus consecuencias: un caos generalizado, un dilatado desorden institucionalizado.
Las supuestas respuestas que se han ofrecido a quienes migran por medio de las distintas caravanas que recorren México, a la larga no han provocado más que violencia en otros muchos sentidos, traducida en falsedades, intolerancia o...
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