Opinión Invitada / Javier Pérez-Rolón: El paradigma de la coordinación

AutorOpinión Invitada

En relación a la seguridad pública, una de las funciones primordiales de las instituciones gubernamentales, con preocupación observamos que las cosas no marchan bien, tanto en el ámbito nacional como en el local.

Un ejemplo de esto es el número de homicidios dolosos en Nuevo León que, según cifras oficiales, alcanzó en estos primeros dos meses del año su punto más alto desde el 2013 (EL NORTE, 2 de marzo del 2019).

En este sentido, vale la pena preguntarse cuál ha sido la importancia que le han dado nuestras autoridades al tema de la coordinación en una área tan sensible como lo es la seguridad pública. Recordemos que, con base en nuestro marco jurídico, se trata de una materia concurrente a todos los niveles de Gobierno.

Una de las premisas más comunes en el análisis de las políticas públicas es la idea de Harold Laswell sobre el propósito de éstas: resolver problemas públicos concretos. Si un problema no puede identificarse, difícilmente será tratable mediante una intervención pública.

Así, al referirnos a problemas públicos que deben ser resueltos mediante la acción gubernamental, no exentos de complejidad en sus orígenes y consecuencias, es frecuente que aparezca lo que se denomina como el paradigma de la coordinación.

La coordinación interinstitucional ha sido una preocupación central de los Gobiernos durante muchos años, al ser uno de los principios esenciales del ejercicio gubernamental, junto con la planeación, organización, dirección, ejecución y control.

Sin embargo, aunque recientemente se ha analizado en mayor medida, aún existen relativamente pocos estudios sistemáticos sobre este elemento. El término es empleado de manera frecuente, pero pocas veces se le define con precisión.

¿Qué es la coordinación interinstitucional? ¿Cuándo debe llevarse a la práctica? ¿Qué objetivos persigue? ¿Cómo se puede medir su eficacia?

Para Robert Agranoff, por ejemplo, la coordinación es aquel proceso a través del cual se da orden al esfuerzo institucional de las dependencias y entidades de los Gobiernos en sus distintos niveles: federal, estatal y municipal. Sus propósitos primordiales son evitar la duplicidad de esfuerzos, así como transparentar y hacer más eficiente el uso de los recursos.

Por otro lado, Les Metcalfe la define como la concertación de acciones entre una serie de organizaciones que admiten dependencias mutuas.

A la coordinación corresponde, entonces, armonizar un conjunto de actividades de varias organizaciones, facilitando el...

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