Opinión Invitada / Irma Alma Ochoa Treviño: Feminicidios: visibilizar el problema

AutorOpinión Invitada

Según una guía turística, Ciénega de Flores es uno de los sitios más tranquilos y agradables de Nuevo León.

En el 2015 se convirtió en el cuarto municipio con mayor crecimiento poblacional en el País... y actualmente tiene la tasa de feminicidios más alta en todo el País, con seis carpetas de investigación por feminicidio en el año, reportó EL NORTE esta semana.

Es probable que el incremento de violencias de distintos tipos tenga correlación con el crecimiento poblacional y la comisión de delitos, pero para conocer las causas subyacentes y poder revertir el problema se requiere de un estudio a fondo y de un equipo multidisciplinario que observe las variables.

Aquí es ineludible señalar que la privación violenta de la vida de una persona es un delito sancionado por la Ley.

El Código Penal para el Estado de Nuevo León (CPENL) establece los delitos de homicidio doloso, homicidio calificado y feminicidio, entre otras denominaciones.

Cabe agregar que el feminicidio o muerte violenta de una mujer por razones de género es una violación a los derechos humanos de las mujeres, particularmente al derecho a vivir libres de violencias, según lo prevén los criterios vigentes.

Los bienes jurídicos tutelados son la vida, la dignidad y la integridad, entre otros.

La dominación y el control son los elementos centrales de las razones de género, según sostiene el Observatorio Ciudadano Nacional de Feminicidio (OCNF).

El concepto razones de género describe las diferencias que origina la discriminación, expresada en las relaciones de poder desiguales entre el sujeto activo y la víctima, plagadas de misoginia, abuso, control y dominación machista, y su contraparte: la subordinación de las mujeres.

En un contexto de discriminación, las muestras de odio-aversión y desprecio-superioridad de los agresores en los feminicidios reflejan las desigualdades socio-culturales reinantes.

Tales muestras se manifiestan en las formas en que sus víctimas son asesinadas, en los tipos, modalidades y expresiones brutales de violencia que se ejercen sobre las mujeres, niñas y adolescentes.

Las notas periodísticas que dan cuenta de las muertes violentas de mujeres con presunción de feminicidio u homicidio doloso visibilizan la crueldad con la que los feminicidas asesinan: balean, apuñalan, estrangulan, asfixian, degüellan, cuelgan, golpean, torturan u obligan a ingerir sustancias nocivas.

Los medios también nos informan que los agresores disponen del cuerpo inerte a su arbitrio...

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