Opinión Invitada / Iraís Reyes: Veinte años después

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Nuevo León ha tenido múltiples casos emblemáticos de corrupción en administraciones estatales o municipales, pero pocos políticos o funcionarios de alto nivel han sido condenados penalmente.

El control de la justicia es lucrativo para la impunidad, pues permite que quienes detentan poder sean inmunes a la aplicación estricta de la ley.

El Poder Judicial es pieza clave para la influencia o control político, ya que de éste emana la posibilidad de sancionar un desfalco al Estado, un pleito millonario, o bien, situaciones del orden familiar en que pudieran participar actores poderosos.

Cuando hablamos de la paridad y lo que conlleva la inclusión de las mujeres en todos poderes de Estado, quienes buscan la dominación de la justicia se estremecen.

Los espacios ya estaban pactados y con la reforma constitucional federal de paridad de 2019 una nueva variable se pone sobre la mesa: incluir mujeres.

No debe sorprendernos que el martes pasado, cuando el Congreso del Estado discutió la primera vuelta de la reforma constitucional de paridad, convenientemente el Poder Judicial se blindó de cualquier posibilidad real de acceso de mujeres a sus posiciones más altas.

Esto, pese a que a nivel federal sí se contempló a este Poder, y que además ya se han llevado a cabo concursos para la selección exclusiva de juezas y magistradas, considerando que de mil 444 juzgadores únicamente 289 plazas correspondían a ellas.

En Nuevo León, hace 15 años fue nombrada por el Congreso nuestra última magistrada, Graciela Buchanan. Después de ella vinieron siete hombres más.

Pese a esta situación, la reforma aprobada a discusión por 27 votos gradualiza y dilata la inclusión de magistradas en el Tribunal Superior de Justicia.

En términos de la reforma, nombrar tres veces consecutivas a personas del mismo sexo es válido, pudiendo llegar al absurdo de nombrar a tres hombres y una mujer para ocupar este cargo, lo que significaría usar la ley como una herramienta legítima para excluir a las mujeres.

Los intereses partidistas se revelan cuando de manera expresa la reforma determinó que las...

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