Opinión Invitada / Guillermo Robles Portilla: La 'Teoría de la Foto'
| Autor | Opinión Invitada |
Antes de entrar en materia, es pertinente hacer notar que dicen, no me costa, que las "mordidas" relacionadas con la contratación de obras públicas alcanzan el 35 por ciento del valor de los respectivos contratos.
Igualmente, si los Gobiernos pudieran ahorrarse las cantidades de dinero derivadas del porcentaje antes indicado, la Federación y los Estados estarían en posibilidad de reducir de manera significativa las cargas impositivas a los mexicanos.
Dicho lo anterior, "a lo que te truje, Chencha".
Un día sí, y al siguiente también, escuchamos que la corrupción produce-genera-da a luz a nuevos millonarios en nuestro País.
Al respecto, me acuerdo de un muy buen amigo, quien desafortunadamente ya no está con nosotros, que hace algunos años, en una muy amena comida, comentó la "Teoría de la Foto" y/o "Teoría de los Expedientes".
Al analizar el porqué una determinada persona, de muy bajo IQ, ocupaba un alto puesto en un grupo empresarial, nuestro amigo nos dijo, con mucho sarcasmo y un excelente sentido de buen humor, que la única explicación que podía existir para efecto de entender "al patrón" que mantenía al individuo en cuestión en tan importante cargo era que tal individuo tenía una foto del patrón de la que se derivaba que éste le había sido infiel a su esposa... ¡con otro hombre!
Pues bien, en materia de corrupción, ¿qué sucede con nuestros políticos en México que hacen casi nada para denunciar actos de corrupción?
La respuesta es sencilla: los panistas no meten a la cárcel a los priistas ni a los perredistas porque estos últimos tienen "fotos"/"expedientes" de los panistas. Y los priistas no meten a la cárcel a los panistas ni a los perredistas porque estos últimos tienen "fotos"/"expedientes" de los priistas, y así...
Los empresarios "pecaminosos", que a Dios gracias no son todos, no denuncian actos de corrupción en virtud de que, al amparo de la ley, ellos serían procesados junto con los respectivos funcionarios públicos y todos acabarían en la cárcel.
Ante el silencio de las personas que entregan los dineros -materia de corrupción- a los funcionarios públicos, es casi imposible probarles que recibieron dinero malhabido de sus "amigos" los empresarios (me refiero a los pecaminosos).
Con tan desolador escenario, ¿qué debiéremos hacer en materia de corrupción?
Algo muy sencillo: que se emita una -nueva- Ley por virtud de la cual se pudiera sancionar y encarcelar a todo funcionario público que pague precios...
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