Opinión Invitada / Emiliano Sánchez: El río: su lecho, su derecho

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Cuenta una vieja leyenda regiomontana que cada que fuertes lluvias habrían de azotar la Ciudad, las cimas del Cerro de la Silla se verían cubiertas días antes de nubes negras a modo de humaredas. Así predecían nuestros antepasados el desastre que se avecinaba.

Con ello en nuestra historia, pareciera que hemos vivido por siglos en un estado de negación. No hemos querido ver esta realidad regia: nuestra Ciudad yace en una cuenca. Un entramado de cañones y cañadas, ríos que nos cruzan. Una imponente Sierra Madre que desahoga sus caudales a través del Río Santa Catarina.

Aún teniendo registros de inundaciones tan viejos como la Ciudad misma, bastan 20 minutos de tromba para causar caos en la urbe. Autos flotando arrastrados por la corriente, personas siendo rescatadas, calles cubiertas en lodo y piedras.

La historia señala la imprevisión como uno de los factores determinantes de que lluvia en Monterrey signifique desgracia: nos gusta construir en ríos "secos" que luego nos traicionan.

El miércoles, Monterrey recibió a "Fernand" con cerca del 70 por ciento del agua que trajo consigo aquel huracán "Álex" de 2010. Para un evento de tal magnitud, nos fue bien.

Intentamos curarnos del mal de la imprevisión con acciones coordinadas de limpieza en pluviales, suspensión de actividades, alertas en distintos medios sobre las vías a evitar, medidas de seguridad al transportarnos y en casa. Todo esto abonó.

Los cuerpos de Protección Civil fueron, sin duda, los héroes de este episodio. Trabajaron de la mano con elementos de Policías municipales, Bomberos, Fuerza Civil, Conagua, Servicios Públicos y hasta la Guardia Nacional. Cumplieron su función de ver por el bienestar de la ciudadanía, en un operativo de prevención y contención digno de aplaudirse.

No podemos decir lo mismo del papel preventivo que habría de jugar la reglamentación con la que la Ciudad está construida. Decenas de colonias son afectadas por las repentinas crecidas de los afluentes.

Mientras, municipios del área metropolitana siguen otorgando permisos para nuevos desarrollos inmobiliarios sin la previsión hidrológica que requeriría una ciudad que lleva 400 años inundándose. Negligencias que continúa pagando la población.

Avenidas y obras públicas quedan exhibidas cuando se exponen a estos caudales. Lo cual obedece directamente a la calidad con que ejecutan nuestras administraciones, a la poca seriedad que le ponen a...

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