Opinión Invitada / David Pérez Esparza: Más arrestos, ¿menos violencia?

AutorOpinión Invitada

Los recientes arrestos de Servando Gómez, "La Tuta", líder de Los Caballeros Templarios, y de Omar Treviño Morales, el "Z-42", de los Zetas, plantean muchos retos. ¿Qué podemos esperar? ¿Bajará la violencia?

Aunque usualmente me inclino por ser optimista, hoy me es sumamente difícil. Hay tres principales razones para dudar que a corto plazo las cosas irán mejor. Una es estratégica, otra es táctica y una más es política.

LA ESTRATÉGICA

Aunque no hay información suficiente, se ha estimado que en los 80 y 90 convivieron dos o tres grandes grupos criminales, más o menos visibles. Uno era el Golfo, otro Sinaloa y uno más -a veces rivalizando al interior-, Juárez-Tijuana.

En el 2006, cuando comenzó el Gobierno de Calderón, había cuatro grandes cárteles: Sinaloa, Juárez, Golfo y La Familia Michoacana. A partir de entonces la cantidad de cárteles creció ante una estrategia que tenía el objetivo explícito de desmantelarlos.

La idea era impedir que siguieran siendo una amenaza a la seguridad nacional y que, a lo mucho, fueran una de seguridad pública. Dejar de ser un reto nacional para volverse uno local, en otras palabras.

Desmantelar, sin embargo, significó pulverizar y fragmentar. Para el 2009 ya había siete cárteles. Como producto de más escisiones, para el 2013 ya había 88. Los recientes arrestos de "El Chapo", "La Tuta" y el "Z-42" simplemente mantendrán esa tendencia.

LA TÁCTICA

El arresto de "La Tuta" justamente deja en claro cómo las aprehensiones tienen implicaciones tácticas muy complicadas. En las próximas semanas veremos un enfrentamiento entre células ligadas a Jalisco Nueva Generación, La Tercera Hermandad, Los Viagras y lo que queda de La Familia Michoacana. Es decir, habrá más violencia.

El problema es que con tantas armas llegando al País, la enorme facilidad para lavar dinero y las complicaciones logísticas para exportar drogas, dado que el Ejército sigue en las carreteras, lo más racional para los criminales es priorizar el beneficio rápido. Es decir, orientarse en el secuestro, el robo, la extorsión y la extracción ilegal. Ser violentos, porque la violencia es negocio.

Hace tiempo que la droga dejó ser el giro criminal más rentable. Hoy, dado que cualquiera puede secuestrar y extorsionar, estamos frente a un panorama de bandas locales y diversificadas. El amanecer de una nueva...

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