Opinión Invitada / Carlos Leal-Isla Garza: Absurdidad citadina

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Todos los días, en diferentes momentos, de una u otra forma, los ciudadanos nos enfrentamos con ella. Está presente al caminar o manejar por las calles, al leer el periódico o ver las redes sociales. Es la absurdidad citadina.

Esa circunstancia tan obvia y a la vez tan contradictoria hace de nuestra Ciudad un fenómeno muchas veces incomprensible. Se trata de esas situaciones que uno no puede explicarse, y que sin embargo existen. Ejemplos hay miles. Aquí algunos.

1) Se repavimenta una calle o avenida y el contratista deja una alcantarilla sumergida, que provoca que cientos de miles de carros caigan en ella.

El conductor aprende a evadir tal malformación de manera casi automática, cuidando de no invadir el carril vecino. Algunos incautos caen en la falla y recuerdan la parentela del malhecho constructor.

2) El peatón baja de un camión de transporte urbano y, ¡oh, sorpresa!, se topa de frente con un mupi. Sí, esos estorbos que se ubican justo en medio de la banqueta para anunciar un concierto o la semana de frutas y verduras de un almacén.

El peatón debe hacer acto reverencial ante el estorbo y bajar a la calle para poder continuar su camino.

Desde luego, hablamos de casos en que existe banqueta, pues en muchos no hay tal, o ya está ocupada por postes, puesteros, carros estacionados, entre otros escollos que abundan en nuestras agresivas calles.

3) La arborización de los camellones, banquetas, parques y en general de los espacios abiertos. Es muy común observar que existen espacios en los que podrían haber árboles frondosos que pudieran generar una sombra fabulosa, que redujera la temperatura de la Ciudad y los efectos de la contaminación. Y, sin embargo, en su lugar observamos cactus, huizaches o simplemente nada.

Algunos dirán que no es posible sembrar árboles en todas partes, por ejemplo en los carriles centrales de Constitución o de Gonzalitos. Sin embargo, existen muchos espacios en los que podría haber más árboles grandes.

Un ejemplo evidente es Lázaro Cárdenas, en San Pedro y Monterrey: en la misma avenida hay segmentos con extraordinarios árboles, y justo enseguida, o en medio de esas áreas, hay otras con meros matorrales o vacías. ¿De qué dependió esa inexplicable diferencia? ¿De un funcionario mediocre o cuáles son los criterios?

4) Existe una cantidad enorme de anuncios panorámicos que provocan contaminación visual, pues no sólo estorban el paisaje, sino que además en muchos casos tienen como base un enorme y oxidado andamiaje.

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