Opinión Invitada / Armando Manzanero: 'Siempre amable, siempre decente'

AutorOpinión Invitada

A Alberto Cortez lo conocí en un lugar argentino, en Madrid, donde él estaba cantando y yo iba con mi apoderado, Héctor Almide. Lo vimos, lo escuchamos y dijimos '¡qué cosa más bonita!'.

Héctor, un señor de origen libanés, muy entero y conocedor, se lo llevó a Argentina para que trabajara, arreglara asuntos pendientes y le arregló los papeles, lo contrató y fue así como empezó su carrera. Una carrera que nos deja un legado eterno. Fue allá por el 68 o 69.

Fue también Héctor quien lo llevó al sello RCA Victor, con Adolfo Pino, en aquel entonces presidente de la casa discográfica y quien se interesó de inmediato en él. Sabían de su calidad, de su valía.

Tuvimos una amistad esporádica, muy sólida y fuerte. Apenas canté con él en Murcia (España) en julio del año pasado y lo vi bien, aunque me dijo que no podía cantar parado y prefería estar sentado. No sabía que estaba tan delicado. Cada vez que nos encontrábamos era muy grato verlo, siempre ocupado, siempre amable, siempre decente.

Jamás olvidaré que, por situaciones de la vida, en un viaje a Argentina, de jóvenes, tuvimos que compartir la habitación y me di cuenta de sus métodos de trabajo; sí, trabajaba hasta descansando. Dormía con su guitarra debajo de la cama, y si se le ocurría algo, la sacaba, la tomaba y empezaba a componer; luego la guardaba, se dormía y pasaba un tiempo y volvía a hacer lo mismo. Siempre fue muy fanático de su guitarra, muy...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR