Opinión Invitada / Armando Estrada: Un minuto de silencio

AutorOpinión Invitada

Los acontecimientos de estas últimas semanas y, particularmente de estos últimos días, nos acorralan. No es fácil ver la salida. En el recuento de los daños, no sabemos qué nos queda todavía en pie.

La televisión, las redes sociales, la radio y el periódico están repletos de noticias que preferiríamos no ver, leer o escuchar y, aunado a ello, hay voces que quieren guiar nuestra desesperación hacia el conflicto.

Los sucesos ocurridos son particularmente tristes porque nos develan el descuido que como sociedades y familias hemos tenido a lo más preciado: la vida, la niñez y la esperanza.

Contrario al encumbramiento de Trump, o el alza de impuestos, o la violencia desatada en Quintana Roo, el miércoles no ganaron unos y perdieron otros. El miércoles perdimos todos.

Lo más delicado es que del tratamiento que demos a esta situación dependerá que se repita en el futuro.

¿Qué se está gestando en las mentes de nuestros pequeños? ¿Dónde ven ellos la solución a todos los problemas con los que agotamos nuestras conversaciones y nuestro tiempo? ¿Dónde hemos estado como familias, como medios de comunicación, como maestros, como Gobiernos, como individuos?

Niños, jóvenes, adultos, ¿qué valor le damos a la vida?

En medio de esta confusión lo más sano es darse un minuto de silencio para pensar. Ese espacio de silencio -que invierte lo más preciado que tenemos, que es nuestro tiempo- nos debe llevar a una reformulación completa de nuestra actuación. Algo debe quedar claro: no es suficiente lo que hemos hecho hasta hoy. Nuestro rol cambió el miércoles 18.

Hemos tocado fondo y debemos resurgir con nuevas actitudes, posiciones más concretas y nuevos comportamientos desde todos los ámbitos y esferas. Aquí algunos ejemplos:

Que ese productivo minuto de silencio logre que las escuelas se vean volcadas de participación de los padres de familia. De directores y maestros que les abren las puertas para tener diálogos de corresponsabilidad, de encuentro y de expresiones de empatía y de propósito compartido.

Que ese minuto de silencio también produzca incontables y variadas oportunidades para que las empresas den espacios a sus empleados para participar en las actividades escolares de sus hijos. De fundar y consolidar escuelas de padres de familia.

Que ese minuto logre que los medios de comunicación se hagan responsables de su programación, ocupándose de que los contenidos sean apropiados y propositivos, creadores de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR