Opinión Invitada / Alejandra Guerrero: Contra la dictadura del automóvil

AutorOpinión Invitada

Esta semana el Gobierno de Nuevo León anunció la aplicación de un programa que restringe la circulación de vehículos motorizados, mejor conocido como "No Circula", como respuesta al incremento de la contaminación atmosférica en el área metropolitana de Monterrey.

La medida es un primer paso en el desarrollo de políticas públicas de urbanismo sostenible y significa un triunfo de algunos sectores de la sociedad civil que durante años han denunciado la falta de respuesta hacia esta problemática. Es importante recordar que, según estudios especializados, la emisión de estos contaminantes provoca en la ciudad costos de salud arriba de los 800 millones de dólares anuales y que en su mayoría provienen de la industria de los móviles.

Si bien la propuesta por sí sola no es suficiente para modificar décadas de planeación urbana irresponsable que contribuyó al crecimiento del parque vehicular, sí parece formar parte de un estrategia más amplia de las autoridades locales dirigida a transformar la movilidad en la urbe.

La implementación -ahora sí- del acuerdo firmado por el Gobierno estatal y los transportistas en el 2016, la expedición de la Ley de Movilidad Sostenible y Accesibilidad en el Congreso del Estado en enero de este año y el establecimiento de una Junta de Gobierno del Instituto de Movilidad y Accesibilidad son señales de que el "No Circula" no es una iniciativa aislada.

No es un reto fácil, la cultura del automóvil está bien cimentada en el imaginario regiomontano. En San Pedro, por ejemplo, hay más coches que residentes. Por cada habitante se registran 1.2 automotores.

Una estrategia de movilidad que sólo se centre en medidas punitivas, las cuales aún no han sido definidas, podría tener resultados contrarios a los que se prevé. Si el Gobierno estatal pretende hacer cambios sustanciales a la manera en como los regios transitan su ciudad tiene que plantear soluciones y alternativas que sean igual o más atractivas que el uso del automóvil particular.

Las restricciones no son nuevas, no se está descubriendo el hilo negro. Ciudades alrededor del mundo las han probado y su éxito ha dependido de la manera en que se han resuelto las demandas de los ciudadanos.

¿Cómo? Abordando tres temas fundamentales: la consolidación de herramientas de gobernanza urbana, la inversión en infraestructura de transporte público y de movilidad activa y la regulación e impulso de alternativas de transporte colectivo.

La integración de una Junta de Gobierno del...

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