Pantalla Grande / Obsesión: La exageración arruina el filme

AutorJusto Elorduy

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Me desesperan las películas como Obsesión que les gusta jugar con el público con base en exagerar el género más allá de la definición, pero más pronto cae un hablador que un cojo.

La cinta parte de la premisa básica del cine de comedia y drama, el de la fábula de la chica que va a contraer nupcias con alguien, pero existe quizás un tercero en discordia que sí sea el correcto.

Eso lo maneja Ladies' Night, Fuerzas de la Naturaleza, No Me Olvides e innumerables títulos más que han adornado el cine universal.

En el caso en cuestión, la española-argentina Natalia Verbeke (El Otro Lado de la Cama, Apasionados) es una chica que va a casarse con el hombre de sus sueños (James D'Arcy), pero conoce a un brasileño residente en Londres, Gael García Bernal, quien al parecer tiene todo lo que el prometido no ofrece.

Comienza el juego del gato y el ratón entre el público y el director-guionista Matthew Parkhill, quien tapiza su cinta de pared a pared y de techo a piso con lo que se conoce en el cine de misterio de Estados Unidos como "red herrings", que no son más que situaciones que parecen ser clave para la historia aunque no tengan lógica alguna.

De hecho, la historia tiene su lógica, que puesta a la práctica es ridícula y absurda a pesar de los mil y un giros que tiene la trama, que por encima de dejarlo perplejo a uno, lo deja asombrado de cuál será la siguiente ocurrencia del realizador para "destantear al enemigo".

El guión asemeja los que escribía Joe Eszterhas en casos como Bajos Instintos e Invasión a la Intimidad (Sliver), mezclando el tema del lado oculto del ser humano con el jueguito de la...

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