¡Qué obra tan padre!

AutorPaula Ruiz

Qué padre fue ver en acción a Ignacio López Tarso, porque además de magistral, estuvo encantador.

Apenas se abrió el telón del Auditorio San Pedro y el público descubrió la figura del actor como protagonista de El Padre, sentado en una silla y a Érika Buenfil (su hija Ana) de pie a un lado de él, se escucharon los aplausos.

Pero no fue un recibimiento común; las demostraciones de admiración fueron prolongadas y sonoras, como casi no sucede en teatro, pero fue comprensible al tratarse de López Tarso.

El actor que ha dado vida a El Rey Lear, en teatro y a Macario, en cine, entre tantos otros personajes entrañables, volvió a la Ciudad a sus 92 años como figura estelar de la puesta original de Florian Zeller y dirigida por Salvador Garcini.

Publicitada como "una de las obras más divertidas, apasionantes e interesantes del teatro contemporáneo", El Padre tuvo un enorme poder para arrancar repetidos aplausos durante el desarrollo de la historia y carcajadas que provocó la actuación de López Tarso.

En este texto, la paciencia jugó un papel importante porque planteó la vida de El Padre, un hombre con demencia...

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