Nombres, Nombres y... Nombres/ Sin aval de industria, un impuesto ecológico

AutorAlberto Aguilar

OTRO RUBRO DESILUSIONADO con el Congreso es el automotriz. Pese a las múltiples presentaciones realizadas, tanto a título individual como en grupo para discutir cambios de fondo al régimen fiscal de esa actividad, parece que los legisladores se aprestan a seguir su propia línea y van a implementar lo que será un nuevo "impuesto ecológico". Por lo menos es lo que hoy se presupone.

Todos los autos nuevos pagarán por categorías ya establecidas, dada su emisión de óxido de nitrógeno (Nox). La industria intentó hacer ver a los legisladores que el simple control de esa sustancia no garantiza la reducción de emisiones contaminantes, además de que el desempeño de un vehículo y por ende el cálculo puede prestarse a injusticias, dado que el desempeño de un motor no siempre es igual. En el DF, por ejemplo, la altitud puede modificar las variables.

El nuevo "ISAN ecológico" de entrada se aplicará a los autos nuevos y gradualmente a los usados durante los procesos de emplacamiento. Va a significar un alza a los precios de las unidades más antiguas en lo que es el segmento de usados y en los más económicos, en lo que se refiere a los nuevos. En este último caso se habla de un 5 a 7 por ciento. Claro que también veremos la afectación de modelos de lujo. Curiosamente uno de los autos más sofisticados como es el Jaguar naufragaría y será de los que paguen un elevado gravamen.

El impuesto que el Congreso incluiría en su propuesta fiscal del 2002, se estima que va a modificar toda la estructura de precios de la industria, con las consecuencias para las empresas del ramo, ya de por si inmersas en un entorno complicado.

Por ello el rechazo tanto de la AMIA que encabeza César Flores, como de la AMPACT a cargo de Juan José Guerra y por supuesto de la AMDA que preside Jesús Romo de Alba. Otros países que han recurrido a ese gravamen, han terminado por eliminarlo. Un caso fue Alemania donde estuvo vigente por 4 años.

Más allá de la recaudación que pueda traer el nuevo impuesto ecológico, los legisladores que lo han empujado, argumentan que las armadoras no siempre colocan en México sus mejores productos. En algunos casos dicha aseveración podría ser correcta.

Como quiera que sea no se sabe a ciencia cierta la repercusión que traerá. En 1996-1997 cuando se eliminó temporalmente el ISAN hubo una sobrereacción del mercado, detonándose el mercado. Hoy podría ser a la inversa.

La industria evidentemente no ha quitado el dedo del renglón en sus propuestas. Esta semana en...

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