No habrá sorpresas

AutorMaribel González

EL NORTE/Estados Unidos

WASHINGTON.- Durante gran parte del Siglo 20 las convenciones eran escenario de luchas casi dramáticas por la nominación presidencial, pero las cosas han cambiado. Este jueves, en Filadelfia, los republicanos ratificarán a George W. Bush como su candidato a la Casa Blanca, sin debates ni enfrentamientos, más bien como la coronación del elegido por el "establishment" para reconquistar el puesto que Bill Clinton le arrebató, hace ocho años, a su padre.

Antes era común que una convención comenzara con un favorito, pero sin que ningún candidato tuviera los votos necesarios para hacerse de la nominación.

Y podían darse sorpresas, como ocurrió en 1976, que sólo tras torcer muchos brazos, el Presidente Gerald Ford logró de madrugada los votos necesarios para asegurar su candidatura, que se veía amenazada por el conservador Ronald Reagan.

Pero ahora la selección del candidato se realiza antes y cuando llega la fecha de la convención los americanos y el mundo saben ya quién será el nominado.

Las convenciones hoy ratifican la selección realizada en las primarias y los caucus. La pregunta entonces es ¿por qué?, ¿para qué congregar en Filadelfia a 2 mil 66 delegados republicanos y sus 2 mil 66 suplentes si podían haber votado por correo electrónico? Los entendidos aseguran que las convenciones aún son de gran utilidad en la política estadounidense, aunque sus funciones no sean las mismas, porque para iniciar permite reunir cada cuatro años a los representantes de las raíces del partido.

Una de las funciones más importantes es la adopción de una plataforma partidaria, algo que se viene haciendo desde 1840. Claro que en esa ocasión se trató de un breve documento y con el tiempo, las plataformas han ido aumentando en extensión, cubriendo cada vez más temas y tratando de atraer a más grupos de interés.

Reportes periodísticos indican que este año la plataforma republicana será una versión suavizada de la línea dura mantenida hace cuatro años, sin dejar de reflejar la base conservadora del partido, particularmente en su posición antiaborto, urgiendo a la prohibición total de la interrupción voluntaria del embarazo sin excepciones.

"Nosotros seguimos siendo el partido que cree firmemente en la santidad de la vida", sostuvo el presidente del Comité Nacional Republicano, Jim Nicholson. "Casi todos los republicanos estamos de acuerdo en eso. De hecho, la mayoría de los demócratas también, excepto Clinton y Gore".

El proyecto de...

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