Negocio proyectado

AutorAntonio Sánchez, Jesús Ugarte y Roberto Aguilar

En México el negocio de la exhibición cinematográfica ha roto todas las marcas: los espectadores del cine suman 120 millones anualmente. Sólo en lo que va del año, la asistencia ha crecido 15 por ciento en relación con 1999, esto a pesar de que gran parte de la población considera "altas" las tarifas del cine.

Uno de los parámetros más significativos de su desarrollo es el número de salas de exhibición que existen actualmente, suman, hasta junio, dos mil 607, superando el nivel histórico de 1988. Solamente en el Distrito Federal hay 430.

El mercado de la exhibición de películas se estima que supera los 360 millones de dólares sólo por el pago de entradas y tomando en cuenta únicamente a los tres grandes consorcios de entretenimiento.

Organización Ramírez es la empresa líder con una participación del 45 por ciento. Entre sus formatos de Cinépolis, Multicinemas y Gemelos, tiene 766 salas.

Por su parte, Cinemex y Cinemark tienen alrededor de un 25 y 20 por ciento de penetración de mercado, en ese orden.

El 10 por ciento restante está dividido entre empresas como Cotsa Ecocinemas, Cinemas Lumiere, Cadena Real, entre otras. Estas pequeñas compañías ofrecen precios accesibles a las clases populares en México.

Para Alfredo Nava Garduño, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica, Canacine, el crecimiento de la industria de la exhibición se debe a la expansión que han tenido estos grandes conjuntos, que ofrecen una calidad y servicio que antes no existía.

Si bien acudir al cine resulta un entretenimiento oneroso para las familias de escasos recursos económicos, existen empresas que ofrecen la "magia del cine" a bajo costo.

El Libre Mercado

Hasta 1992, en México las tarifas del cine estaban bajo control. El Gobierno decidía su costo y el cine formaba parte de la canasta básica.

Los exhibidores mantenían un fuerte debate con la autoridad, pues el precio del boleto y las ganancias de la confitería con gran suerte alcanzaban a cubrir los costos de mantenimiento, salarios y cuotas sindicales.

Fue en diciembre de ese año que el entonces Presidente Carlos Salinas promulga la Ley Federal de Cinematografía, que libera los precios y detona el resurgimiento de una vieja industria nacional.

Desde esas fechas empresarios inmobiliarios observaron el atractivo de lo que sería renovar el negocio.

Es con la llegada de Cinemark, empresa estadounidense y, posteriormente, Cinemex, de capital preponderantemente australiano, que las salas de...

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