Nace como colección personal y cumple 10 años como museo
| Autor | Dora Luz Haw |
EL NORTE / México
MÉXICO.- El Grupo Carso, presidido por el empresario Carlos Slim, compró en los años 80 la compañía Galas de México, sin imaginar que adquiría también un tesoro artístico: más de mil óleos con imágenes de calendarios que, con el paso del tiempo, se convirtieron en obras representativas del arte popular mexicano del Siglo 20.
"En aquellos años pensaban que eran simplemente materiales de trabajo de esta compañía litográfica, sin embargo, gracias a los estudios del acervo, se revaloró y se hizo una gran exposición apoyada por la Mexican Fine Arts Center Museum", expresa Soumaya Slim.
"Por eso coincido con Carlos Monsiváis en que en la conformación de las colecciones particulares interviene de manera recurrente el azar, ya que pareciera a veces que hay piezas que buscan a sus dueños", señala la hija del coleccionista y empresario.
Fruto del azar
Cuenta que fue precisamente producto del "azar" y del vigoroso interés de sus padres en el arte, que se conformó el acervo de lo que ahora es el Museo Soumaya, recinto que este mes cumple 10 años de historia, y que cuenta con una de las colecciones más valiosas del país.
Desde hace más de tres décadas, Slim -el hombre más rico de México, según la revista Forbes- comenzó a comprar, apoyado por la sensibilidad de su entonces esposa Soumaya Domit (fallecida hace cinco años), algunas de las piezas que hoy conforman el acervo del museo.
Las obras se adquirieron sin imaginar jamás que formarían parte de un museo, explica la directora del Museo que se ubica en Plaza Loreto.
Sin embargo, con el paso del tiempo se compraron tantas y tan valiosas, que decidieron crear un lugar especial para que los mexicanos, especialmente aquellos que no tienen posibilidad de viajar, pudieran disfrutarlas.
En sus inicios el museo contaba con un acervo de 600 obras, mismo que se acrecentó a unas 10 mil piezas de arte colonial, virreinal, novohispano, europeo y contemporáneo, de autores como Gauguin, Renoir, Tamayo, Tiziano, Tintoretto, Murillo y Brueghel, que dan vida a este recinto a través de exposiciones temporales y permanentes.
Una de sus colecciones más valiosas es la que cuenta con más de 100 piezas escultóricas de Auguste Rodin.
La mayor parte de las pinturas, esculturas u objetos se compran en el extranjero, explica la directora, y hay casos en los que se han obtenido colecciones completas como la de Gonzalo Obregón, Daniel Liebson, Guillermo Tovar, Julio Alejandro y Ernesto Richheimer, entre otros.
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