Los múltiples rostros de las mujeres poetas

AutorOfelia Pérez Sepúlveda

Es paradójico que reconozcamos que la poesía es la encargada de revelar el mundo, de evidenciar el alma de los hombres y que históricamente la hayamos visto como un territorio que las mujeres habitan sólo como musas.

Más allá de los universos imaginarios donde abundan las diosas, las hechiceras, las madres, y las amadas, existe otra realidad, la de las mujeres poetas. Una realidad que empezó a construirse, de manera oral, en el principio de los tiempos, como inmediata necesidad por extender el asombro ante la bóveda del cielo, un poco, y hacerse compañía con el Otro; usualmente con un perfil anónimo, lo cual no es de extrañar cuando la mayoría de los trabajos sobre historia de la literatura han sido realizados por hombres.

De entre las siguientes voces e historias personales, mucho se ha confundido con el enmarañado mundo de las anécdotas, aquel que esclaviza a los autores a ser conocidos más por aspectos de su vida que por la vida que empeñaron en su obra. Sin embargo, siendo la poesía un ejercicio de sobrevivencia, no sólo vital, compartamos algunos nombres y algunos estigmas en el recientemente explorado universo de la poesía escrita por mujeres.

La locura como escenario poético

El proverbio popular sentencia que "de músicos, poetas y locos todos tenemos un poco" como si se tratara, por un lado, de una repartición genética nada discriminatoria y, por otro, de una asociación natural a través de la cual las artes y la locura están emparentadas.

Catapultadas a la fama por sus decisiones o condiciones de vida, autoras como Alda Merini (Italia), Silvia Plath (Norteamérica), Ana Cristina César (Brasil) y Alejandra Pizarnik (Argentina) han trazado un mapa interno donde es posible leer el descorazonamiento, lo mismo que el alma más transparente del hombre.

Mujeres que hablan fuerte

Mucho se habla de la poesía como un ejercicio solitario, y cuando lo hacemos ubicamos al género del lado del poeta, sin reconocer que la poesía es dar la voz, enunciar lo íntimo de los otros que es también nuestro. Como el mundo de las mujeres de Chiapas, en una región donde las mujeres han sido históricamente consideradas objetos de consumo y compraventa, así como acreedoras de vejaciones.

De entre los poemas de este grupo hasta hace poco anónimo y promovido por el escritor Juan Bañuelos, sobresale el poema de una mujer que, cansada de las reincidentes violaciones, decide llenar su rostro de lodo, negarse, con el . n de conservar lo poco de humano que posee.

En otra...

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