MIRADOR

AutorArmando Fuentes Aguirre

Por fortuna hay todavía carniceros en el mundo.

Lo digo porque poco a poco se van imponiendo las doctrinas veganas y vegetarianas, que a quienes aún comemos carne nos hacen sentir monstruos sanguinosos o infelices seres condenados a prematura muerte por nuestro pernicioso hábito de poner en uso los dientes caninos de que nos dotó el Señor.

El tema -está de moda esa expresión: "el tema"- me lleva a recordar a un carnicero de mi ciudad que celebraba haberse dedicado a tal oficio.

-La carnicería -declaraba con orgullo- me da para pagarme todos mis vicios: el cigarro, la bebida, el juego, las mujeres...

Y añadía en seguida con tristeza:

-Para lo único que no me da es para pagarles la carne a mis proveedores.

Respeto...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR