MIRADOR

AutorArmando Fuentes Aguirre

La tontita del Potrero tuvo un hijo.

Nadie se dio cuenta de que estaba embarazada. Nadie tampoco supo cómo ni dónde parió al niño. Menos aún se conoce quién es el padre de la criatura.

Unas semanas después del nacimiento llegó al rancho el Gobierno. Así se dice en Ábrego: "el Gobierno", cuando aparece gente en una camioneta con el escudo del águila. En la cabecera municipal se tuvo noticia del parto de Velita -Avelina se llama la tontita-, y venían a llevarse al niño, tomando en cuenta el estado mental de la madre.

Los inspectores ni siquiera alcanzaron a ver al pequeño. Velita lo envolvió en una cobija y corrió con él al monte. Una vecina les dijo a...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR