Miguel Reyes González / Proceso medieval

AutorMiguel Reyes González

"Es un trabajo medieval", expresó Ana Pérez Riojas, segunda secretaria de la casilla 0398, en San Pedro. Así calificó el arduo trabajo de contar los votos y llenar las actas de la pasada elección, que además le generaron callos en las manos, según dijo al EL NORTE en una nota publicada este domingo.

No pudo haber resumido mejor el latoso y absurdo procedimiento establecido en la ley para registrar los sufragios en nuestro sistema electoral.

Y es que para los casi 60 mil ciudadanos de Nuevo León que apoyaron la elección del 1 de julio como funcionarios de casilla, la jornada no sólo fue maratónica (más de 15 horas en algunos casos). Fue también caótica en no pocas casillas.

La que fue considerada a nivel nacional como una elección histórica, y como una fiesta democrática por el alto grado de participación ciudadana, tuvo aquí una serie de situaciones que no dejaron precisamente el mejor sabor de boca. No lo dejaron lo mismo para muchos electores y funcionarios de casilla, que para el personal del INE y de la Comisión Estatal Electoral e incluso para varios de los candidatos.

Entre los incidentes que se presentaron estuvieron la apertura tardía de no pocas casillas (una y hasta dos horas de retraso); la insuficiencia de boletas en las casillas especiales, que dejaron a muchos sin votar; y actas ilegibles, mal llenadas o con inconsistencias y colocadas dentro del paquete electoral, en lugar de afuera.

Sin embargo, la situación más grave fue el extravío de paquetes electorales y sus actas. Para la elección de la Alcaldía de Monterrey se perdieron 94 paquetes, de los que se recobraron 66. Para la de Diputado local fueron 155 y, al parecer, sólo quedaron 24 sin capturar.

Las incidencias del proceso no acabaron el día de los comicios. Se extendieron en la ratificación del conteo que se hizo en las Comisiones Municipales Electorales.

El caso más dramático fue Monterrey. Ahí se llevaron 110 horas para contar cada voto de poco más de 600 paquetes electorales.

Frente a todas estas situaciones, no faltará quien diga que es normal, dado el gran número de ciudadanos involucrados en la ejecución de la jornada electoral. Si a ello le sumamos las horas que duró...

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